Convertida en una de las actrices más populares de Turquía, Hande Doğandemir se ha sincerado como nunca antes en una entrevista que ha concedido a 'Posta'. La intérprete de 37 años, a los que los espectadores de Divinity ha conocido gracias a su papel protagonista en 'Zeynep, buscando a su padre', la ficción que la convirtió en una gran estrella en su país, ha recordado sus inicios en esta profesión y cómo en los primeros momentos de su carrera la exposición mediática y las críticas recibidas la afectaban terriblemente
La actriz, que debutó como actriz en 2010, no tardó en posicionarse como una de los rostros más populares de la pequeña pantalla de su país. Los papeles protagonistas no tardaron en llegar y su carrera vivía un ascenso imparable. Sin embargo, ese ascenso trajo consigo las inevitables críticas, muchas de ellas despiadadas y ajenas a su trabajo como actriz, lo cual llegó a afectarle muchísimo. "Cuando comencé esta profesión, realmente perdí el sueño. Tu vida privada, tu apariencia, tu éxito, tu fracaso… Solo porque haces un trabajo en público, la gente se ve en el derecho de decir todo sobre ti. Esta es una presión increíble. A veces se trata de insultos, a veces se trata de linchamientos. Es necesario ser un robot para no que esto no te afecte, pero somos humanos y nos afectada", ha revelado la actriz.
Por suerte, con el paso de los años y con mucha más experiencia a sus espaldas, Hande Doğandemir ha aprendido a gestionar mejor las críticas y a mantenerse al margen de todas esas crueles opiniones que la gente vierte amparada, en muchas ocasiones, por el anonimato que les brindan las redes sociales. Aunque no resulta sencillo, en este momento de su vida está más preparada y tiene más herramientas para afrontarlas. "Ahora puedo protegerme más que antes, pero es muy difícil", ha reconocido la intérprete.
Aunque en su país es una de las actrices más populares, los espectadores de Divinity han descubierto a Hande Doğandemir gracias a su papel en la emocionante ficción 'Zeynep, buscando a su padre', en la que compartía protagonismo con un jovencísimo Kerem Bürsin. La actriz se metía en la piel de Zeynep, una joven que se ve envuelta en una complicada trama familiar cuando se muda a Estambul y encuentra a su padre. A partir de ese momento, muchos oscuros secretos de todos los que la rodean empiezan a salir a la luz, lo que complica la vida de los alumnos del elitista instituto Sayer, donde estudian los protagonistas. Unos protagonistas que hace unos días vivían su gran final feliz en el último y esperado episodios de la serie.
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