El Virus del Papiloma Humano es un gran desconocido para la mayoría de la población. Algo bastante sorprendente, ya que se estima que el 80% de las personas ha estado en contacto con él en algún momento de su vida. Se trata de un virus de transmisión sexual al que debemos prestar toda nuestra atención, ya que puede tener graves consecuencias para la salud y no tiene tratamiento. De hecho, es el causante de seis tipos de cáncer con mal pronóstico, entre los que se incluye el cáncer cervical o de útero, el cuarto más frecuente entre las mujeres. Contra el VPH no hay mejor tratamiento que la prevención desde todos los frentes posibles y, por supuesto, disponer de toda la información a nuestro alcance. Por eso te contamos cómo actúa este virus y cómo puedes protegerte de él.
Uno de los principales problemas del Virus del Papiloma Humano es que rara vez da señales de estar en nuestro cuerpo. La mejor manera de detectarlo en el caso de las mujeres es mediante una citología, por lo que esta prueba ginecológica debería estar bien anotada en tu agenda una vez al año. En cambio, los hombres no disponen de una prueba específica para detectar el virus, pero si aprecian alteraciones en la zona genital, como la aparición de verrugas, deben acudir lo antes posible al médico.
Estas verrugas que hemos mencionado son un posible indicio de la presencia del VPH, tanto en hombres como en mujeres, pero no aparecen siempre. Suele tratarse de protuberancias que por lo general son indoloras y no causan molestias, aunque pueden aparecer irritaciones e hipersensibilidad de la zona afectada.
La forma más eficaz de prevenir el VPH es mediante una vacuna. Dentro del plan de vacunación infantil, se administran dos dosis a las niñas a partir de los 12 años. Para que la prevención fuera real, sería necesario que los niños también se vacunaran, pero a día de hoy solo Cataluña se ha comprometido a distribuir la vacuna contra el VPH tanto a niñas como a niños.
El objetivo es que los niños y adolescentes reciban la vacuna antes de tener relaciones sexuales, para erradicar al máximo la transmisión del virus. Por otro lado, se trata de una vacuna que no es efectiva a partir de los 26 años, por lo que si a esa edad no estas vacunado, la única prevención que existe es utilizar preservativo para tener sexo.
Ya hemos dicho que el VPH no tiene un tratamiento específico. Una vez detectado, se puede realizar una terapia ablativa para eliminar los tumores, pero no se puede garantizar que vaya a tener éxito.
Pero hay gestos que pueden ayudarnos a fortalecer la capacidad inmune de nuestra zona genital, antes o después del VPH y, al mismo tiempo, aliviar las molestias que puedan provocar las verrugas y otras lesiones causadas por el virus. Existen geles, aptos para hombres y mujeres, como Condiloxyl, que combina propiedades regenerativas de sustancias naturales (ácido hialurónico, centella asiática, Aloe vera, etc.) y otras con propiedades antivíricas e inmunomoduladoras, es decir, capaces de estimular nuestro sistema inmunitario para hacer frente al virus.
Para que el tratamiento sea más efectivo, puedes reforzar la acción del gel con complementos alimenticios como Papiloxyl. Los componentes de ambos productos han demostrado, según varios informes médicos, tener beneficios a la hora de regenerar la piel afectada, actuar frente a los virus y reforzar el sistema inmune.
Por supuesto, no dudes en consultar con tu ginecólogo para iniciar un tratamiento, incluidos los que te proponemos, apostando porque con ellos, junto a la información y la prevención, nos será más fácil protegernos del VPH.