Era enero de 2011 cuando a Eva Cobo le tocó experimentar la que es y será la mayor tragedia de su vida. Después de siete años fuera del mapa mediático, de un parón con el que dejó atrás un pasado de éxitos por los que pasaron Almodóvar o Jackie Chan, la actriz volvía a convertirse en actualidad por la temprana muerte de su hija Carlota. Su primer y único vástago con el también intérprete (ahora político) Toni Cantó fallecía a los 18 años en un accidente de tráfico del que hoy, con la calma que da el paso del tiempo, ha hablado largo y tendido en una entrevista para ¡Hola!
Es la primera vez que escuchamos (o más bien leemos) a Cobo contar cómo vivió esa madrugada en la que le comunicaron que su hija había perdido la vida. "Eso es lo peor y lo que nunca imaginas que te pueda suceder", manifiesta en este reportaje en el que asegura que le ha "costado muchísimo" superar esta pérdida tan abrupta.
El día previo a su muerte, Eva viajó a Barcelona a visitarla. Una especie de pálpito le hizo desplazarse hasta la ciudad donde la joven estudiaba Administración y dirección de empresas. Pasaron una jornada "de chicas" juntas, ella le insistió que se quedase, pero otras obligaciones le forzaron a volver a su rutina. "Mami, te quiero muchísimo", le dijo al despedirse. "Un día después, al regresar a su casa en el coche de su chico, un kamikaze chocó con ellos".
La actriz, que ha reaparecido en la revista ya mencionada tras años alejada de los medios, ha confesado que a raíz de aquello cayó en una depresión "muy fuerte" que la impidió salir de la cama en todo un año. "¡No podía entender que los autobuses siguieran circulando, que la gente siguiera su vida como si nada!", recuerda. Los dos hermanos menores de Carlota, fruto de otras relaciones de la artista, fueron los que la ayudaron a remontar y los que se adaptaron a la decisión de su madre de irse a vivir a Londres, donde se establecieron casi una década.
Con respecto a Toni Cantó, que también experimentó el complicado duelo de perder a una hija, su relación es nula. Tanto en aquel momento como hoy, en esta etapa de paz en la que se ha volcado en su faceta de empresaria de su propia línea de aceites en Málaga. "No tengo ninguna relación con él. Ni la tuve antes del accidente de mi hija ni después", deja claro.
Aunque el que fue chico Almodóvar, como ella, evita pronunciarse sobre este terrible suceso, Eva Cobo ha aprovechado esta entrevista para manifestar que "no hay día en el que no piense en ella": "Siento que me acompaña. Siempre llevo conmigo su cruz de Bautismo. A veces estoy sentada en un sitio y, de repente, me invade su olor... Es como si tuviese un ángel de la guarda".