Un conocido programa de corazón de la televisión argentina sacó a la luz la posible relación sentimental entre Paloma Cuevas y Luis Miguel. Unos días después, la revista ¡Hola!, medio de cabecera de la empresaria, amplió dicha información comentando que ambos habían cenado en el restaurante chino del madrileño Hotel Villamagna. A día de hoy, ninguno de los dos implicados se ha pronunciado sobre la exclusiva. No obstante, estos rumores han creado varias preguntas, entre otras, si Enrique Ponce y el músico siguen conservando la amistad de la que presumían.
Una cuestión que ha sido resuelta por uno de los protagonistas en unas declaraciones exclusivas para la revista ‘Semana’. “No tengo relación con Luis Miguel desde que me separé”, reconoce el diestro que su amistad saltó por los aires después de los medios se hicieran eco de su separación hace ya dos años.
Durante los años de matrimonio de Enrique y Paloma, el torero afianzó una estrecha amistad con el cantante de boleros. Era muy habitual ver a Luis Miguel en las corridas de Enrique y también a Ponce en los conciertos de la estrella. El propio Ponce llego a ejercer de portavoz oficioso de Luis Miguel cuando se habló de sus adicciones en la prensa. De hecho, el torero es el padrino de Miguel, el hijo mayor de Luis Miguel y Aracely Arámbula.
El detonante entre ambos podría haber sido el hecho de que Luis Miguel se inclinara a favor de Cuevas cuando bifurcaron sus caminos. El Sol de México fue uno de los que más se impresionó con el tormentoso final de una historia de amor que a ojos de la opinión pública y de gran parte de su círculo cercano parecía estable. Igual que muchos otros, tomó partido. El mexicano arropó a su amiga de la infancia, algo que Ponce no habría perdonado.
Luis Miguel y Paloma, en cambio, se conocen desde que eran unos niños. El padre del artista mexicano, Luisito Rey, toreaba en las capeas que organizaba el padre de Cuevas, el ganadero Victoriano Valencia. Según la biografía de 'El Sol de México', pasó largas temporadas en la casa de la familia de Paloma en sus primeros años de vida. Mientras los mayores se encontraban en los festejos taurinos, los pequeños jugaban y descubrían el mundo entre trastadas y meriendas. La amistad entre ambos se mantuvo con el paso de los años, de hecho, el cantante se construyó una casa de invitados en la finca del torero, La Cetrina, cuando éste contrajo matrimonio con Paloma.