El 7 de febrero de 2007, hace ya 15 años, tuvo lugar el episodio familiar más trágico del clan Ortiz. Letizia, embarazada de su segunda hija, reposaba en Zarzuela mientras el aún príncipe de Asturias cumplía con sus obligaciones. Todo transcurría con normalidad hasta que la actual reina recibió una triste noticia que dio un vuelco a su vida: Érika, su hermana, con quien mantenía una magnífica relación, había decidido quitarse la vida en su domicilio del madrileño barrio de Valdebernardo, dejando a una niña de apenas 6 años, Carla Vigo, huérfana de madre.
La reina Letizia decidió volcarse con su sobrina y mantener un contacto “muy estrecho” con ella tras lo sucedido, según nos explica Carmen Duerto en una entrevista exclusiva con motivo del lanzamiento de ‘Letizia, una mujer real’, libro en el que traza un retrato íntimo y personal de la monarca con motivo de su 50 cumpleaños. Tal fue su relación e implicación que recuerda que nuestra monarca llegó a vestir una pulsera con el nombre de Carla junto a las de sus hijas, pese a tener otros dos sobrinos por parte de su hermana Telma.
No obstante, todo habría cambiado hace un año, probablemente debido a la actitud de la joven de 21 años, que creció alejada del foco mediático hasta que cumplió los 18. A partir de entonces, deseosa de abrirse camino y cumplir su sueño de ser actriz, empezó a compartir detalles de su día a día a través de entrevistas en los medios de comunicación y de publicaciones en sus redes sociales, donde comparte detalles de su vida privada, muestra su compromiso con el colectivo LGTBIQ+ y a menudo presume de novio.
Aunque también aprovecha estas intervenciones para hablar sobre su tía y sus primas, algo que generaría cierta incomodidad en Zarzuela. “Desde hace un año la relación es muy complicada, muy compleja, y me atrevería a decir distanciada”, nos comenta la experta en Casa Real, que no quiso entrar en detalles sobre lo ocurrido entre ambas, pero está convencida que todo el mundo sabría dar respuesta, “sabiendo cómo es Letizia”, a la pregunta de si ha dado un toque de atención a Carla.
Pese a que tía y sobrina se han distanciado en los últimos meses, esto no habría influido en la buena relación de Vigo con Leonor y Sofía. “Carla mantiene contacto con sus primas, de hecho, con las primas no ha dejado de tenerlo”, nos asegura en esta charla la periodista, que cree que la diferencia generacional y la realidad actual de las hijas de los reyes es lo único que ha provocado que su trato no sea el mismo que hace unos años, cuando tenían menos actividades y más sitio para la familia.