El carácter del rey Carlos III está dando mucho que hablar en sus primeros días en el trono británico. De hecho, han sido ya varias las ocasiones en las que el monarca ha sido pillado haciendo gestos o dirigiéndose a su personal de malas maneras porque las cosas no estaban saliendo como él deseaba. Esto ha suscitado que salgan a la luz algunas de las excentricidades del hijo de Isabel II, las cuales dejan entrever que es un hombre de costumbres que necesita que todo transcurra de una determinada manera.
Algunas de estas manías han sido desveladas en libros, por personas cercanas a él o que han trabajado para la familia real británica. En cuanto a su higiene personal y bucal, por ejemplo, el rey exigiría que el agua de la ducha esté a una temperatura concreta, el tapón de la bañera colocado de un lugar específico, la toalla estirada sobre una silla para que pueda secarse de manera cómoda y la pasta de dientes puesta sobre el cepillo con un grosor exacto de 2,5 cm.
Para su dieta no es menos exigente. Desayuna todos los días huevos cocidos durante 7 minutos exactos y dos ciruelas, aunque solo se come una. “La instrucción era colocar dos ciruelas y un poco de zumo en el tazón y enviárselo para el desayuno. Le mandaba dos ciruelas y él dejaba una para que volviera a mis manos y yo la regresara al frasco. Una mañana pensé en ponerle solo una. La envié al comedor, me mandó a llamar y me preguntó: ‘¿Tienes dos, por favor?’. Así que tuve que seguir enviándole dos cada mañana y me devolvía”, desveló el que fue chef de la Casa Real Británica durante muchos años.
Carlos III, considerado por muchos como uno de los hombres más elegantes del mundo, también es supercuidadoso con su estilismo. No solo ordena que "su pijama se planche todas las mañanas", sino que también hace "alisar con la misma plancha los cordones de sus zapatos" y tiene a dos personas del servicio que le ayudan a vestirse todas las mañanas. Este tipo de costumbres y manías fueron la causa de que en el pasado se ganara el apodo de “el príncipe mimado”.
Paul Borrell, exmayordomo de la princesa Diana, a través del documental ‘Serving the Royals: Inside the Firm’, recordaba que en una ocasión el rey Carlos III, que suele llevarse allá donde va algunos enseres como la cama o la tapa de su inodoro, llamó desde su biblioteca para hacerle una curiosa petición: “Me dijo: ‘Una carta de la reina parece haber caído en mi papelera, ¿la recogerías?’ Tuve que agacharme en la papelera y sacar la carta y volver a ponerla en su escritorio”.