Hace siete años que decidió echarse a un lado. Su intenso paso por las mañanas de la cadena pública le pasó tal factura que vio necesario parar, encontrarse a sí misma y experimentar un cambio vital. Y ahora, después de un intenso trabajo interior, Mariló Montero ha visto el momento perfecto para volver a la primera línea. El formato con el que seremos testigos del esperado 'comeback' de la presentadora será 'Todo es mentira', que desde ya contará con su presencia para sustituir a Marta Flich, a la que dejaremos de ver en las tardes de Cuatro por una temporada con motivo de su inminente maternidad.
En este tiempo en el que algunos le habían perdido la pista, la nueva mano derecha de Risto Mejide no ha dejado de trabajar. Es más, en las entrevistas que ha concedido estos días con motivo de su estreno se ha calificado a sí misma como la perfecta "fija discontinua" de la tele. Eso sí, tal y como ha asumido ella misma, las pequeñas colaboraciones que le han mantenido ocupada estos últimos años nada tienen que ver con el esfuerzo que implica un espacio diario.
Lo primero que hizo cuando abandonó RTVE fue tomarse un necesario año sabático. Aprovechando las obligaciones profesionales de su hija Rocío Crusset en Nueva York, donde ya ha ascendido a la categoría de top model, su madre decidió acompañarla junto a sus perritos Lola y Whisky para huir del ruido que seguía coleando su último proyecto televisivo.
Una vez se reencontró, el gusanillo de la pequeña pantalla volvió. Acudir a terapia en estos primeros meses de su nueva vida le ayudó a recuperar con cierta fortaleza sus compromisos profesionales. Y fue entonces cuando empezamos a reencontrarnos con Mariló en múltiples programas de televisión. Primero empezó con entrevistas en formatos como 'Mi casa es la vuestra' o el programa de Pablo Motos. Después fichó como colaboradora de 'Espejo Público', donde tuvo la oportunidad de conocer a fondo a Susanna Griso, que en el pasado fue su rival.
En paralelo a estas pequeñas incursiones, a las que se sumó la grabación de un concurso en el que varios famosos se enfrentaban a arriesgados retos, Montero decidió participar en un proyecto de la ONU para erradicar la pobreza. La periodista ha estado estos últimos años centrada en la escritura de innumerables historias relacionadas con este tema en el que está volcada. También se incorporó a la plantilla de Canal Sur para presentar y dirigir '5C', un programa de análisis, debates políticos y entrevistas, así como la conducción de los dos principales informativos de la cadena autonómica.
Este currículum que la navarra ha ido ampliando en casi una década demuestra que nunca pensó en retirarse. Este lunes, de hecho, confirmó a Diego Losada en una entrevista para 'En boca de todos' que para nada se siente "oxidada", expresión que utilizó con su compañera Anne Igartiburu cuando afrontaba un desafío similar al que ella aborda hoy, día en el que comienza a colaborar como copresentadora de 'Todo es mentira', programa que encabezará los días que Mejide esté ausente.
Más allá de en lo profesional, la mayor satisfacción de Mariló Montero es haber ganado estabilidad en lo personal. Si antes hablábamos de los éxitos como modelo de su hija, que a sus 28 años se ha ganado un lugar en la élite de la industria de la música, su hijo Alberto no se queda atrás, ya que después de años enfocado en la Administración de Empresas y Marketing ahora mismo se dedica a la comunicación, como sus padres. Recordemos que ambos son fruto del largo matrimonio de la presentadora con Carlos Herrera, otra leyenda del periodismo que, de hecho, este verano fue sustituido por su hijo en el espacio radiofónico que lidera en la COPE.
En cuanto a amores, la navarra ha alegado en multitud de ocasiones que después de separarse en 2011 de su exmarido le cuesta cogerle ganas a tener una nueva ilusión. Así se lo manifestaba a Jorge Javier Vázquez en esta rueda promocional previa a su entrada en 'TEM' en una distendida charla en la que Montero divagó sobre los grandes temas de la vida: