Es una de las mujeres más elegantes de España y así lo demuestra en cada una de las apariciones públicas que realiza. Su presencia en grandes eventos es siempre una de las más esperadas, ya que siempre acaba marcando tendencia con sus estilismos. En la recta final de su segundo embarazo, Sofía Palazuelo reaparece y vuelve a triunfar con su último look de invitada premamá en la boda de su hermano Beltrán.
Beltrán Palazuelo, uno de los hermanos de la duquesa de Huéscar y el encargado de presentar a esta a Fernando Fitz-James Stuart, se ha casado este sábado con Eugenia Hernández-Antolín Cabello de los Cobos, nieta de los condes de Fuenteblanca.
Con permiso de la novia, la expectación por ver a Sofía en la boda de su hermano era máxima. Entre otros motivos por las dificultades que suele suponer acertar con un look de invitada premamá en pleno invierno.
Pero la duquesa, que muy pronto tendrá entre sus brazos a su segunda hija en común con el duque de Huéscar, no parece haber tenido problema alguno a la hora de resolver este desafío de estilo.
Para hacer frente a las bajas temperaturas, la aristócrata se ha decantado por un cómodo y calentito abrigo de paño de color arena. Una prenda sencilla, adornada por un llamativo y bonito cuello bordado con delicado diseño de hojas plateadas.
Esta, sin duda, ha sido la prenda estrella de la parte del look que hemos podido ver, ya que el vestido, de crepe de seda en tono beige que se intuye bajo su capa queda oculto por la misma.
Para terminar de convertirse en la invitada de invierno perfecta, Sofía ha querido completar su look con unos preciosos stilettos con tiras doradas y unos guantes de color marrón chocolate.
La 'reina de los tocados' ha decidido prescindir de estos en la boda de su hermano. Pero no ha faltado en su cabeza no ha faltado un complemento: un sombrero de ala ancha de color marrón cierra este look.
En el plano beauty, la aristócrata ha vuelto a decantarse por la sencillez y la naturalidad. Los ojos, algo más marcados, pero lo suficientemente difuminados como para no recargar su elegante maquillaje; un poco de rubor en las mejillas y algo de color en los labios han bastado para hacerla brillar.
En cuanto a las joyas, llaman la atención los bonitos pendientes de brillantes, los mismos que lució en su boda.