Una de las promesas que Ana Obregón le hizo a su hijo Aless Lequio antes de su muerte fue continuar con su legado. Esto implicaba ponerse al frente de la fundación que lleva el nombre de su "pequeño", una entidad sin ánimo de lucro cuyo objetivo es recaudar fondos para la investigación contra el cáncer, enfermedad que terminó con su vida cuando apenas tenía 27 años. Pero el otro proyecto que tenía pendiente, mucho más personal, era terminar sus memorias.
'El chico de las musarañas' era el título que escogió para este libro en el que Aless pretendía contarnos en primera persona la experiencia de un paciente oncológico. "Aún recuerdo el día que después de una quimio me dijiste: 'Mamá, cuando termine de escribirlo lo publicaré y donaré los beneficios a la investigación del cáncer". Pero nunca lo pudo acabar.
De ahí que Ana, superando "la rabia y el dolor infinito" que le provocaba esta injusticia, se sentase al frente del ordenador para escribir esos últimos capítulos que faltaban para evitar que ese "talento por la escritura" que desarrolló su hijo "se quedase en un cajón". Dar el paso no fue fácil: hasta que no pasaron dos años no reunió "las fuerzas suficientes" para abordarlo. "Se lo debía", alegó hace unos meses.
En este duro proceso ha estado inmersa los últimos ocho meses. Así nos lo ha hecho saber la propia Obregón a través de su último post de Instagram,donde anuncia que "el libro que llevará en su interior la joya" que Aless empezó por fin tiene un cierre. Su publicación, que será de la mano de la editorial Harper Collins, será inminente. Y cuando el mundo vea el resultado podrá, en palabras de la presentadora, "aprender a apreciar cada instante de este regalo llamado vida".
"Quiero que sepas la emoción y el orgullo que siento cuando una de las mejores editoras de este país me dice que lo que escribiste es impresionante y que tenías un gran talento", le ha dedicado a él, a Aless. Ese luchador por el que Ana Obregón quiso terminar esta novela "para inspirar y para concienciar".
Ahora, como dijo en su día, "las torpes palabras de su madre envolverán sus maravillosas paginas en un libro en el que todos los beneficios irán a su fundación para investigar el cáncer". Esa que, como bien contó el pasado mes de agosto, "está realizando una magnífica labor en el diagnóstico de Sarcoma, ese cáncer raro que afecta sobre todo a niños y jóvenes y que pocos hospitales en España pueden diagnosticar por falta de financiación (de los diferentes gobiernos que hemos tenido en España) para las técnicas necesarias" .