Miquel Perelló, padre de Mery Perelló, fallecía este jueves a los 63 años de edad en Manacor, en Mallorca. Según adelanta 'Última hora', periódico de la isla, el suegro de Rafa Nadal, que era un empresario de la construcción, ha muerto tras una larga enfermedad.
Tan discreto como su hija, Miquel Perelló nunca estuvo presente en los medios de comunicación a pesar de la fama mundial de Rafa Nadal. Siempre trabajó en el legado familiar, una empresa de construcción que tenían en Manacor, el pueblo que este viernes se ha levantado con la triste noticia. Según el medio citado anteriormente, este viernes está previsto que se oficie su funeral.
Esta triste noticia es un varapalo en la vida de María Pascual, su mujer y madre de Mery Perelló, que es la única hija del matrimonio. La familia vivió hace seis meses el nacimiento de Rafa, el primer hijo del Perelló y Nadal, y ahora han tenido que hacer frente a esta dura noticia. También el pasado mes de octubre, antes del nacimiento del bebé, toda la familia estuvo volcada con Mery, que tuvo que permenecer unas semanas ingresada por complicaciones durante su embarazo.
Según el diario anteriormente citado, la familia, que ahora debe hacerle frente a este duro golpe, se encuentra en la localidad isleña velando los restos del fallecido, y se prevé que esta misma tarde se celebre un discreto funeral en honor a Perelló.
Una ceremonia que se llevará a cabo en la más absoluta intimidad de la familia, al igual que el resto de las celebraciones que se han dado en los últimos años en el entorno de Mery y Nadal. Incluida su propia boda, celebrada en octubre de 2019 en los intramuros de la finca Sa Fortalesa de Pollença, la cual se blindó para asegurar la tan buscada privacidad de la que se caracteriza la pareja.
Su muerte llega escasos seis meses después de que Miquel se estrenase como abuelo. Dado que Mery era su única hija, el hecho de que naciese Rafael, el primer hijo de la joven con Rafa Nadal, era un motivo de tremenda ilusión para el clan Perelló, al que acababa de incorporarse un nuevo miembro.
Aunque tanto él como los padres de la criatura siempre han sido muy discretos a la hora de hablar del menor, al que ni siquiera han querido presentar de forma oficial para preservar su intimidad, sí que sabemos que la criatura está sana, que ya está empezando a balbucear y que su llegada al mundo ha abierto una etapa "bonita y diferente" para todos, incluido para su abuelo materno, que tuvo la suerte de conocerlo.