Zayra Gutiérrez es la viva imagen de la felicidad tras dar a luz a Hugo, su primer hijo en común con Miki Mejías. La hija mayor de Guti y Arantxa de Benito, que acaba de cumplir 22 años, daba a luz en la madrugada del pasado 16 de abril. Su madre contaba horas después que todo había salido bien, que el parto había sido natural y que el bebé había pesado 2,600 gramos. Un niño al que hemos conocido junto a su madre y a su abuela este miércoles en la portada de ¡Hola!, como puedes ver en el vídeo que encabeza esta noticia
La mamá primeriza, en este exclusivo reportaje con su revista de cabecera, afirma que dar a luz ha sido su mejor experiencia vital. “Es una sensación tan única y bonita. Es inexplicable traer a alguien a esta vida. Lo viví de manera muy intensa porque es doloroso. Y con mucho miedo al principio. Quería que todo saliese bien, pero duele… Ahora, cuando te dan a tu bebé, se te pasa todo”, explica Zayra, cuyas prioridades cambiaron por completo tras la llegada al mundo de Hugo.
“Mi forma de ver la vida es otra. Eso es verdad. Ahora tengo una responsabilidad, pero es la responsabilidad más bonita del mundo. Sí que recuerdo que, en el hospital, cuando acababa de dar a luz y me llevaron a planta, pensé: “Ostrás, soy madre. “Wow”” —risas—. Pero muy contenta”, confiesa Zayra, que cree que su madre está siento un poco “intensa” como abuela.
Una afirmación que causa la risa de Arantxa de Benito, que está echando una mano a su hija en sus primeros días como madre. “Le doy consejos, la ayudo y estoy a su lado cuando me necesita. Pero veo que ella está fuerte”, opina la presentadora de televisión, que aprovecha esta entrevista para reflexionar sobre su papel como madre: “Siempre he sido una madre que se ocupa y preocupa por sus hijos y hace las cosas lo mejor que puede, sabe, intuye o siente. Quizás haya sido una madre protectora, a veces sobreprotectora. Pero es que no ha sido fácil. Ser madre ha sido la asignatura más difícil”.
Respecto a su nuevo rol, al contrario que Guti, a Arantxa no le da miedo la palabra abuela. “Para nada, aunque suene fuerte. En mi caso, es un estado de felicidad indescriptible. Soy madre de dos hijos, de 21 y 22, y ahora también una ‘nonna’ joven, enérgica y llena de vida. Ser madre y abuela es una sensación maravillosa”, no puede ocultar su evidente emoción con la llegada a la familia de Hugo, que podrá disfrutar de su figura, "si Dios quiere", durante muchos años.
"La crianza le corresponde a sus progenitores. A mí, complacer y amar a mi nieto. Los abuelos son una parte de la familia muy importante. En mi caso, mis abuelas fueron emocionalmente muy importantes… Y mi madre, mejor abuela con sus nietos, imposible", defiende.