Carmen Lomana, intervenida de un tumor en la carótida: "Pensé que lo mismo no salía"

Hace una semana, a Carmen Lomana le detectaron un tumor en la carótida. Un bulto que se localizó ella misma en la zona de "las paperas", mientras se estaba quitando un pendiente, del que tuvo que ser intervenida de forma inmediata en la madrileña Clínica Ruber de Juan Bravo.

Así lo ha explicado ella misma en su reaparición pública, que ha tenido lugar en 'Espejo público', donde ha hecho partícipes a sus compañeros de los peligros a los que se ha enfrentado en estos intensos días de incertidumbre, ha dado su parte médico y ha explicado qué pasos tendrá que dar a partir de ahora.

Aunque "gracias a Dios y a los médicos, que lo han dado todo", la operación fue un éxito, los riesgos eran muchos. En una primera punción no le detectaron células malignas, pero el equipo que se encargó de su caso fue "muy alarmista". "Es muy grave, si no te lo cogemos a tiempo podría haber producido metástasis en el cerebro", le dijeron.

Una delicada operación de la que Lomana pensó que "no salía"

En el caso de Carmen, "aunque el tumor era relativamente pequeño, creció hacia dentro", lo que podía haber hecho de él algo indetectable. "Ese es el problema. Si hubiese esperado un poco más, probablemente esto hubiese terminado en un cáncer. Ha sido por detrás de la oreja y por la parte del cuello", ha contado, mostrando las visibles marcas que le han quedado en esa zona del rostro, donde siente un dolor intenso.

Hasta que no se despertó de la intervención, de la que llegó a pensar "que no salía", Lomana no respiró tranquila, ya que el proceso de extirpación era extremadamente delicado. "Al tener tantos nervios por aquí me podía haber quedado con la cara totalmente torcida", ha desvelado.

Esta complicada experiencia de la que aún no ha salido (en una semana le darán los resultados de la biopsia, que le han asegurado que hay un 90 por ciento de posibilidades de que pruebe que "todavía no se ha malignizado") le ha hecho animar a la audiencia a que vayan al médico en cuanto noten "algo raro" en su cuerpo, como ha sucedido en su caso. "Es imprescindible llegar a tiempo", ha manifestado.

Además, ante el pánico que le producía enfrentarse a las posibles consecuencias de este problema de salud, Carmen Lomana ha confesado que se puso en contacto con algunas viejas amigas para atajar cuentas pendientes. Y no, ninguna de ellas era Ágatha Ruiz de la Prada, su archienemiga pública.