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Carmen Sevilla nos ha dicho adiós a los 82 años. La actriz, cantante y presentadora, fallecía este martes después de llevar ingresada desde el domingo en la madrileña Fundación Jiménez Díaz. La artista sevillana llevaba más de una década enferma de alzhéimer y retirada de la vida pública desde entonces. Fue su único hijo, Augusto Algueró Junior, quien se volcó con ella desde el diagnóstico de su enfermedad, y quien ha decidido, junto a demás familia de Carmen, que el último adiós a su madre sea realizado de forma estrictamente íntima, sin capilla ardiente abierta ni una despedida a lo grande. Así ha sido el discreto tanatorio de uno de los grandes iconos de la cultura pop española.
El heredero de la artista emitía hoy un comunicado en el que expresaba esta postura, no exenta de críticas por parte de personas cercanas a Sevilla. En el texto, Augusto agradecía el interés y la preocupación generalizada por el estado y situación de su progenitora, así como tenía palabras de cariño para los profesionales sanitarios que la atendieron en sus últimos días con vida. El hijo de Carmen y Augusto Algueró, su primer marido, manifestaba también entonces su deseo con respecto a su despedida.
"Ahora ha llegado el final y nos toca despedirnos de ella. Lo haremos de una manera estrictamente íntima y familiar. Sé que vais a respetar nuestra voluntad, tal y como habéis hecho hasta el momento", reza el mencionado comunicado. Y la realidad es que en el tanatorio de Pozuelo de Alarcón parece haberse cumplido la petición de la familia de quien fuera presentadora del 'Telecupón'.
La discreción ha sido absoluta, y el velatorio de Carmen se ha producido, efectivamente, en la más estricta intimidad. Los medios de comunicación no han podido captar a su hijo Augusto ni otros miembros de la familia. Pero lo cierto es que, pese a las indicaciones de la familia, sí ha habido quien se ha querido acercar a despedirse de ella.
Así lo ha hecho quien fuera su abogado, Marcos García-Montes. También su antiguo chófer, Florentino 'Tino' Fernández. Ambos se han desplazado al mencionado tanatorio, y han coincidido en sus valoraciones, reivindicando la necesidad de un adiós abierto para ese público que tanto la quería, y admitiendo no haber podido contactar con Augusto.
El letrado ha reconocido que "no se dejaba entrar a los compañeros" cuando llegó, pero pudo acceder a la sala del velatorio. "No había nadie, no había ningún velatorio. Me extrañó", ha relatado. García-Montes ha relatado haber recibido información respecto al posible crematorio en el que se procedería a la incineración, sobre la que tampoco han trascendido más datos.
La reducida capilla ardiente iba a producirse, además, sin flores, otro de los deseos de la familia. Pese a que su chófer apuntó que no había detalles florales durante su visita, como han podido captar las cámaras del programa ‘Así es la vida’, sí se ha podido ver la llegada de una corona de flores al tanatorio, confirmándose además la presencia de otros adornos florales en el interior.