"Todos los que estamos aquí hemos decidido mantener una velada tranquilos y alejados de los medios". Con estas palabras, Augusto Algueró Junior explicaba la decisión de no ofrecer una capilla ardiente abierta tras la muerte de su madre, Carmen Sevilla, fallecida hace solo unas semanas a los 92 años. La familia más cercana de la cantante, actriz y presentadora acordó despedirse de ella en la intimidad, lejos de los focos y sin permitir la entrada al público, tampoco a amigos y personas cercanas a la artista. Un movimiento que generó cierta controversia entre gente del entorno de Carmen, que entendía que merecía un homenaje a su altura. Esa despedida pública, junto a sus grandes amigos, ha tenido lugar hoy.
La iglesia de San Antón de la calle Hortaleza, en el madrileño barrio de Chueca ha acogido esta tarde la liturgia en despedida de Sevilla, uno de los grandes nombres de la cultura popular patria del siglo XX y todo un icono televisivo. Ha sido Rappel, gran amigo y confidente de Carmen, quien ha organizado este adiós público, que ha reunido a personas muy cercanas a la malograda cantante. El padre Ángel, quien recientemente estaba presente en la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva, ha oficiado la misa por su funeral.
Entre las caras conocidas que han acudido al homenaje, y que han sido retratadas por los reporteros gráficos allí desplazados, además del vidente: José Manuel Parada, Marilí Coll, Enrique del Pozo, Pablo Sebastián, Glenda Gaby, María Rosa, Pepe Ruiz, Paco Porras, Euprepio Padula, Regina Do Santos o María Jesús Solaguren, hija del tabernero José Luis, a cuya familia estaba muy ligada Sevilla.
El acto ha consistido en una misa de funeral, en la que ha intervenido la soprano Pilar Jurado, interpretando el 'Ave María', acompañada del grupo de cuerda Capilla del Exilio. Se han proyectado distintas imágenes de la vida de la artista, y ha habido hueco también para unas palabras de cariño por parte de Rappel y José Manuel Parada, que con sus discursos han querido despedir a su amiga.
La principal ausencia ha sido la del único hijo de Carmen, fruto de su matrimonio con Augusto Algueró. El heredero de la artista se mostró muy conforme y agradecido con la despedida, como así relataba Rappel, pero no ha podido reunir las fuerzas suficientes para acudir a la despedida pública de su madre. "Por un lado, mi alma me dice que tengo que ir ahí y estar contigo, pero por otro lado no puedo, no tengo fuerzas", fueron las palabras que confesó a Rappel.
No obstante, el productor y director musical sí ha enviado una carta para que fuese leída durante el homenaje. En ella, agradecía al vidente y al sacerdote haber podido organizar una despedida para Carmen Sevilla: "Queridos amigos Rappel y padre Ángel: quiero daros las gracias por esta misa. Transmitid todo mi agradecimiento a los que la quisieron. Me habría gustado ir al funeral, pero no me encuentro con fuerzas y espero comprendáis. Para mí era, ante todo, mi madre", reza el texto.