Tradicionalmente, la llegada del verano se confirmaba, en lo que a la crónica social se refiere, cuando Ana Obregón ofrecía su tradicional posado en las playas de Mallorca. La actriz consiguió hacer de sus imágenes en bikini una referencia temporal, pero sobre todo, un verdadero símbolo que ha quedado fijado en el imaginario colectivo patrio. La costumbre se inició en 1985, nada menos, y se mantuvo de forma casi ininterrumpida durante décadas. El año pasado, Ana recuperó la tradición tras unas temporadas esquivándola debido al fallecimiento de su hijo, Aless Lequio. Pero parece ser que este año nos hemos vuelto a quedar sin él: la presentadora ya está de vuelta en Madrid junto con su nieta Ana Sandra.
Así lo ha podido confirmar El Español, que asegura que abuela y nieta se encuentran ya de regreso en la capital tras haber disfrutado de unas vacaciones ostensiblemente más cortas que las que suele tener habitualmente Obregón (menos de un mes, ya que llegó al archipiélago balear a principios de julio). Lo cierto es que, desde que llegó a Mallorca, han sido escasas las imágenes que hemos podido ver de Ana. La presencia de Ana Sandra ha condicionado su estancia: la actriz habría preferido un mayor recogimiento para evitar el foco mediático.
Como recoge el citado medio, Obregón regresó a Madrid para votar en las pasadas elecciones generales del 23 de julio (la bióloga sí se ha mostrado activa en redes con relación a la política durante las últimas semanas). Y no tiene intención de regresar. En Madrid tiene “negocios importantes que atender”, y, aunque puede que realice alguna escapada puntual, ha cerrado su temporada mallorquina definitivamente. ¿Pero cuál es la razón de la brevedad de sus vacaciones?
Todo tiene que ver con un acuerdo al que ha llegado el clan Obregón con respecto al uso y disfrute de El Manantial, la finca de su propiedad en Costa del Pins, en la parte este de la isla. Al parecer, y siempre según El Español, todo sería una decisión familiar. No porque haya tiranteces entre Ana y sus hermanos y sobrinos. Más bien, para maximizar la privacidad de todos ellos durante su estancia en Mallorca. Los Obregón habrían decidido así escalonar, en quincenas, la estancia en la mansión, que cuenta con acceso al mar y piscina, entre otras comodidades.
Los sobrinos de la presentadora son quienes habrían demandado una mayor intimidad para poder disfrutar de sus días de descanso sin tanta atención mediática. Y esta sería la razón de que los hermanos Obregón hubiesen acordado el reparto de turnos para disfrutar de la finca mallorquina. La relación entre los distintos miembros seguiría siendo buena, pero el mencionado portal recoge, tras hablar con su entorno, que "la vida cambia", y es probable que las imágenes de toda la familia unida al completo en El Manantial sean ya cosa del pasado. Este verano es, además, el primero sin el patriarca y padre de la actriz, Antonio García Fernández, fallecido el pasado septiembre.