La actriz Antonia San Juan ha tenido que decir adiós este sábado 9 de septiembre a su perrita Sully, a la que hace ocho años que adoptó en una perrera de Cartagena. Para Antonia, su perrita era como una hija y es por eso que lo está pasando tan mal tras haber tenido que despedirse de ella.
El animal llevaba un tiempo sufriendo mucho y es por eso que la actriz ha decidido sacrificarlo para que dejase de hacerlo, tal y como ella misma ha contado en un post de Instagram en el que ha asegurado que la perrita estaba ya agotada de sus "constantes visitas al veterinario".
Ahora, la actriz se recupera poco a poco de su dura pérdida y ha querido rendirle homenaje a través de su perfil de Instagram, donde ha escrito su historia: "Hace ocho años, me la trajeron de una perrera de Cartagena. Recuerdo que la fui a recibir a la estación de Atocha y me saludó con un mordisco".
Ha sido este sábado 9 de septiembre cuando el animal ha fallecido y dejado de sufrir: "Cuando me separé fue mi compañía hasta hoy, que he decidido que no sufra más; no ha sido nada fácil, pero decidir morir dignamente, es un privilegio del que no gozamos los humanos".
La perrita tenía varias patologías que hacían que estuviera "sufriendo mucho" y Antonia ha querido que dejase de hacerlo lo antes posible: "Hoy se dio un atracón a carne con fruta, luego la sedaron y se durmió en mis brazos… Estoy inconsolable, pero sé que era lo mejor para mi niña…".
Para la actriz tomar esta decisión ha sido muy complicado, pero sabe que es lo mejor que podía haber hecho por ella debido a su estado de salud: "Adiós Sully. Siempre en mi recuerdo… Aquella calle de la Concepción Jerónima, mi soltería y aquel primer ligue después de separarme, compone contigo un antes y un después en mi vida. SIEMPRE. GRACIAS MI NIÑA, MI AMIGA, MI HIJA…", concluye en este primer post.
No obstante, este no ha sido el único que le ha dedicado a su "niña" en las últimas horas. En este segundo ha colgado una foto suya y, junto a ella, ha escrito: "Hay más paz en mi corazón, después de la partida de mi niña. Sully forever". Está claro que la actriz se ha quedado más tranquila al saber que "su hija" ya no sufrirá más.
Antonia es una amante de los animales y con esta carta de despedida y con la compañía de sus otras mascotas, Lola y Fefa, está intentando llevar su duelo lo mejor que puede. Las dos chihuahuas siempre acompañan a la artista en sus ratos de lectura y estudio de guiones, gracias a las que según la artista "vive rodeada de amor, amor de verdad".