La crónica social ha dado un vuelco esta tarde después de que se conociese que existen imágenes de Genoveva Casanova y el príncipe Federico de Dinamarca pasando tiempo juntos. El material gráfico, que ha conseguido en exclusiva la revista Lecturas y que ha avanzado el programa 'Tardear' esta tarde, han desatado una verdadera tormenta mediática incluso antes de ser publicado. La propia socialité mexicana se ha pronunciado ya al respecto, aclarando cuál es el verdadero vínculo con el que es el heredero al trono danés. Lo cierto es que esta no es la primera vez que el hijo de la reina Margarita II, casado desde 2004 con Mary Donaldson, salta a la primera línea por su vida sentimental. Repasamos sus anteriores escándalos, que puedes conocer en el vídeo que encabeza esta noticia.
Federico es el mayor de los dos hijos de la reina Margarita II de Dinamarca, actualmente la monarca de más edad de las casas reales europeas. Por un solo año de diferencia con su hermano Joaquín de Dinamarca, Federico es el heredero al trono y se convertirá previsiblemente en jefe de estado del país nórdico cuando falte su madre. Su trayectoria vital ha estado salpicada de distintas polémicas relacionadas con su esfera privada.
La prensa de su país ha definido siempre al heredero al trono como una persona enamoradiza. Y lo cierto es que se le han conocido varias historias de amor, que de una forma u otra han venido acompañadas de controversia. Una de las mayores es la que le ha valido el sobrenombre de 'príncipe turbo'. Tuvo lugar en la década de los noventa entre el primogénito de Margarita II, veinteañero por aquel entonces, y la modelo Malou Aamund. En la Nochevieja de 1992, ambos acabaron detenidos cuando ella condujo en estado de embriaguez el vehículo de él a toda velocidad. El escándalo fue mayúsculo, con el parlamento danés llegando a pedir que Federico renunciara a sus derechos dinásticos, lo que no llegó a suceder.
Dos años después continuaron las controversias en su trayectoria. El príncipe comenzó entonces un romance con Katja Storkholm, otra modelo, pero de ropa interior, lo que avivó la polémica en tierras danesas. Dos años y medio estuvieron juntos, entre especulaciones de la prensa sobre el posible rechazo de la familia real a la nueva pareja del heredero, presiones que, en teoría, acabaron con la relación. Algo similar pasaría en 1999 con Maria Montell, estudiante de arte dramático que, supuestamente, tampoco habría recibido el visto bueno de su madre Margarita.
El príncipe danés mantiene ahora una vida familiar y tranquila desde hace dos décadas junto a Mary de Dinamarca, a quien conoció durante los Juegos Olímpicos de Sídney, en el año 2000 y con quien se acabó casando cuatro años después. La llegada de la australiana a su vida fue entendida en el país nórdico como una forma de que el heredero "sentase la cabeza". Junto a ella ha sido padre de cuatro hijos: Cristian, Isabella, Vincent y Josefine. Pero el matrimonio no apagó por completo las polémicas con respecto a su figura: en 2017, ya casado, la revista danesa Her & Nu acusó al príncipe de haberle sido infiel a su mujer, y de haber pagado 7.000 euros para silenciar el caso.