Concha Velasco nos ha dejado a los 84 años. Con su marcha, la actriz, bailarina, cantante y presentadora, una de los nombres más grandes de la cultura patria, deja un hueco irremplazable para el público, y, muy especialmente, para su familia. La que forman sus dos hijos, Manuel y Paco, que han sido sus dos grandes pilares; su sobrina Manuela, que ha seguido sus pasos en el mundo de la interpretación; y su único nieto, Samuel, hijo del benjamín de la artista. Entre el ir y venir de caras conocidas, las cámaras han podido captar un emotivo detalle que el pequeño del clan Velasco Marsó ha tenido con su abuela en su despedida.
Amigos y compañeros de profesión se han acercado hasta el madrileño Teatro de La Latina para despedir a la actriz. A ellos se han sumado rostros del mundo de la política, como el presidente del Gobierno Pedro Sánchez o la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, uno de los nombres del día de forma involuntaria debido a un incidente cuando Marisa Paredes ha pedido a gritos que abandonase el homenaje.
Más allá de dichos momentos de tensión, la capilla ha transcurrido entre emociones y multitudes que han querido mostrar sus respetos y dar un último adiós a la chica 'ye yé'. Pero la gran protagonista ha sido su familia.
Tanto a las afueras del centro teatral como en su interior, se ha podido ver a los parientes más próximos de la vallisoletana verdaderamente emocionados, y dándose abrazos y muestras de cariño entre ellos. Su primogénito ha actuado como la principal cabeza visible del clan, atendiendo a los medios de comunicación a su llegada. El cineasta, autor de la última obra de teatro que la Velasco interpretó, ha hablado de los últimos momentos de Concha, poniendo en valor su faceta como actriz y como madre.
Y ha sido precisamente también durante la llegada inicial a La Latina cuando hemos podido ver a Samuel Marsó Velasco, el único nieto de Concha. El joven tiene quince años, y es el único hijo de Paco y Celia Cruz. Las cámaras captaban al adolescente, en compañía de su madre, alcanzando el teatro. Y ha sido cuando se ha apreciado el bonito gesto que Samuel ha tenido con su abuela: era el encargado de portar un gran retrato de la actriz, que ha estado presente en el interior de la capilla ardiente, entre coronas florales y próximo al féretro con sus restos mortales, que descansarán a partir de mañana en su Valladolid natal.