Como cada año, el 28 de junio se celebra el Día Internacional del Orgullo LGBT. Una fecha que busca reafirmar las orientaciones sexuales e identidades de género que tradicionalmente han sido reprimidas, y que recuerda los conocidos como disturbios de Stonewall, acontecidos en Nueva York en 1969. Es el pistoletazo de días de reivindicación y celebración, con marchas, manifestaciones y fiestas a lo largo de toda la geografía española. Los pregones marcan el inicio del Orgullo, y ayer tuvo lugar el de Sevilla, pronunciado por Pastora Soler, cuya elección un año después de la de Vanesa Martín, había recibido críticas. En su discurso, hizo una férrea defensa del colectivo, y mencionó a sus hijas.
Desde que se anunció que sería la cantante andaluza quien daría inicio a las celebraciones en la ciudad hispalense, comenzaron los comentarios negativos en redes sociales por buena parte de la comunidad LGTBIQ+, debido al hecho de no haber escogido a un artista o cara conocida que, además, perteneciera al colectivo. En los días previos, Soler había preferido no pronunciarse al respecto de las críticas, pero ayer, horas antes de subirse al escenario situado en la céntrica la Alameda de Hércules, se pronunciaba, admitiendo que, aunque no forma parte del colectivo, sí siente parte de él "como altavoz y figura en la que se apoyan", confesando los nervios y la emoción en los instantes previos.
La polémica previa pareció disiparse en cuanto Pastora llegó al lugar, subida a un autobús convertido en carroza improvisada entre banderas arcoíris. "No os imagináis lo feliz que me siento", comenzó su speech la cantante, muy reivindicativo y centrado en la defensa de los derechos y la libertad. Vestida con un batín fucsia, con un vestido corto con los colores del colectivo debajo, Pastora cantó, se emocionó, tiró de costumbrismo andaluz, referenció a las grandes figuras e ídolos de la comunidad, y se pronunció de forma clara sobre la actual situación del colectivo. Criticó las "trabas personales y convicciones familiares que no nos dejan avanzar", así como a las instituciones y entidades que aún no van de la mano del colectivo".
Pastora tuvo palabras también como madre. Porque, en su pregón, recordó a las generaciones más jóvenes, que todavía se tienen que enfrentar al odio, la discriminación y la intolerancia. "Me duele ver las injusticias que os llueven a día de hoy, el bullying en los colegios", señaló la exrepresentante eurovisiva, que interpretó en directo 'Libérate' y 'Te estoy amando locamente'. Y se refirió a sus hijas, Estrella, de 8 años, y Vega, de 3, fruto de su relación con Francis Viñolo. "Como madre de dos niñas, si deciden ser lesbianas, bisexuales o transexuales, tanto mi marido como yo las apoyaremos", declaró entre aplausos.
Entre los muchos asistentes al acto, una persona muy especial para ella: su amiga Eva González, presente entre el público. La propia Eva había sido elegida pregonera del Orgullo en Sevilla junto a Jordi Cruz, Samantha Vallejo Nágera y Pepe Rodríguez en 2016, pero finalmente se descartó su participación ante las críticas recibidas por la falta de conexión de cualquiera de ellos con el colectivo. Ayer, González, emocionada, grabó a su amiga y acabó subiéndose al escenario con ella, ondeando la bandera LGTBIQ+