Desde su infancia, Alba Díaz, hija de Vicky Martín Berrocal y Manuel Díaz 'El Cordobés', ha estado acostumbrada a los focos de la profesión de sus padres. Sin embargo, a sus 24 años ha conseguido hacerse un hueco en las redes sociales y alejada de sus apellidos. A día de hoy, la creadora de contenido reúne a más de 420 mil seguidores en su cuenta de Instagram, lugar en el que ahora ha explotado contra algunos de sus compañeros influencers.
Alba ha compartido en su perfil público un vídeo en el que ha querido hacer un llamamiento y mostrar “rechazo” hacia algunos de sus compañeros que en las últimas horas han preguntado a sus seguidores si, al igual que ellos, tenían ganas de “volver a la rutina”: “No, no les pasa porque la gente que se dedica a algo que no es creador de contenido o que no tiene una empresa y que no puede permitirse tener los días libres que le de la gana, tiene una semana de vacaciones o diez días, a no ser que se los quite de Navidad. Me da una pena tener que leer estas cosas”, ha comenzado afirmando.
Y es que, tal y como ha continuado explicando, hay personas, desde sus amigos hasta los “seguidores de estos perfiles”, que tienen que “leer estos comentarios cuando hay gente que ha tenido cinco días después de la tralla del año que llevan currando” para poder disfrutar de unos días de desconexión.
Ella, en su caso, se ha sincerado acerca de la posición privilegiada que tiene aunque sin olvidar sus orígenes: “Yo soy una tía súper agradecida. Aunque yo viva lo que viva no voy a negar nunca de dónde vengo, lo que han currado mis padres en ese aspecto y la suerte que han podido tener. Yo no voy a ir de que yo no tenga una vida privilegiada porque es que la tengo y sería muy hipócrita si dijera que no y no voy a mentir a nadie, lo que nunca voy a hacer es soltar este tipo de comentarios que hacen tantísimo daño”, ha sentenciado.
Del mismo modo, ha querido hacer un alegato a favor del resto de influencers que, como ella, pueden aprovechar las oportunidades y las “agradecen” en vez de “quejarse”: “Es muy duro ver cómo gente que se dedica a lo mismo que yo hace estos comentarios y cómo nos afecta a los que nos dedicamos a lo mismo y que somos normales dentro de lo que podamos vivir, que tenemos los pies en el suelo y nos rodeamos de gente normal... La educación y la empatía viene de casa”, ha recalcado.
Así, aunque ha dejado claro que habla de “tres o cuatro personas”, ha aprovechado para recordar que “es cuestión de saber que tienes un altavoz y tener cuidado con cómo eres y con lo que dices e igual que hay privilegios, hay que tener responsabilidad”.