A las dos de la mañana de este jueves, 6 de febrero, daba el pistoletazo de salida de la última maratón del World Marathon Challenge 2025, por el que Verdeliss adoptaba el reto de correr siete carreras en siete días y en el mismo número de países. Con seis victorias bajo sus zapatillas de deporte, sin embargo, la influencer no era la primera en cruzar la línea de meta en Miami como consecuencia de los síntomas que arrastraba fruto del esfuerzo depositado en su desafío y que ella misma ha relatado ahora.

Una vez concluido el reto con el que Verdeliss no solo pretendía ponerse a prueba sino también recaudar fondos para la investigación del Síndrome de Menke-Hennekam, la creadora de contenido ha alzado el trofeo de Campeona Absoluta 2025 en la categoría de hombres y mujeres: “Estoy en un sueño pero es que además, Récord Guinness femenino de la prueba. Antes estaba en 3:25 y lo hemos rebajado a 3:18 (tiempo medio de las 7 carreras más rápido). Lo hemos hecho, lo hemos logrado entre todos”, ha asegurado en su perfil de Instagram.

Sin embargo, en las últimas horas ha afrontado el "descontrol y desbarajuste" que ha indicado como los signos para darse de “bruces con la verdadera dureza” del desafío: “Por la falta de sueño, la nula recuperación, sobrevivir en aviones/aeropuertos, las diferencias horarias, de saltos climatológicos, altitudes, humedades, jet-lag, comida y duchas furtivas… Mi cuerpo ha dicho “hasta luegui’”, ha continuado expresando la que ha querido dedicar un “guiño” en tono humorístico a la organización por la “grata sorpresa” del cambio de horarios y acumular las carreras no en siete sino en seis días.

Tras su queja, la que quiso conocer sus “límites y superarse” ha ofrecido los detalles acerca de las consecuencias de lo anterior, haciendo una reveladora confesión de lo que tuvo que aguantar durante la recta final de su reto: “No podía parar de vomitar durante la carrera. Pero creedme que fue mi mayor victoria parar el crono en 3:34 en Miami… No me rendí pese a la adversidad y completé el reto”, se ha sincerado.

Además, ya durante otras etapas de su recorrido tuvo que hacer frente a otras dolencias como el síndrome de fascia lata, una lesión por sobreuso causada por el excesivo roce entre la banda iliotibial y el cóndilo femoral externo al flexionar la rodilla; a la piel carbonizada por “olvidar el protector solar” durante la maratón de Sudáfrica, al “sobreaviso” de sus cuádriceps en Dubái o la “dificultad para dormir” entre viajes.

Ahora, tras agradecer las muestras de apoyo y cariño durante “la intensidad de su burbujita”, que categoriza de una auténtica “experiencia vital”, la que es madre de ocho hijos ha confesado cuáles son sus necesidades: “Dormir en una cama y recuperar mi piel achicharrada desde Ciudad del Cabo”, ha sentenciado.

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