Duro varapalo para Sara Carbonero. La periodista ha tenido que hacer frente a la pérdida de la que ha sido siempre uno de sus grandes apoyos: ha muerto su abuela materna, Máxima Salazar. Apenas unos días de haber cumplido cien años, una fecha señalada que pudo celebrar rodeada de los suyos, incluida la propia Sara, su madre Goyi Arévalo o su hermana Irene, ha fallecido la que es una de las personas más importantes en la vida de la manchega, a la que estaba tremendamente unida. La revista ¡Hola! ha sido la que ha avanzado en primer lugar la mencionada información, mientras que Carbonero, por ahora, no se ha pronunciado.

La citada publicación ha podido confirmar algunos de los detalles en torno al fallecimiento de la madre de la progenitora de Sara. Así, se ha podido conocer la fecha de la muerte: falleció en la noche de este martes 11 de marzo, casi una semana después de cumplir un siglo de vida. Asimismo, la revista informa también de que la noticia ha sido "completamente inesperada" para toda la familia. Hasta la fecha, Maxi, como sus seres queridos se referían a ella, gozaba de buena salud y no parecía presentar complicaciones.

En palabras del citado medio, se trata de un momento muy doloroso para todo el clan Carbonero, aunque se señala que la familia tiene el consuelo de que Salazar disfrutó de una "excelente" salud hasta sus últimos días, y que ha fallecido "tranquila y en paz". El hecho de haber podido pasar tiempo con ella en la mencionada celebración alivia también, en palabras de ¡Hola!, el dolor, al haberse podido despedirse de ella de una forma "bonita y emotiva".

Hace tan solo tres días, la periodista compartía en sus redes sociales imágenes de la celebración de los cien años de Máxima . En el carrusel que hizo público en su cuenta de Instagram, Sara publicó fotografías junto a ella y algunos de los momentos que han vivido juntas. La periodista le dedicó un post para celebrar un siglo de amor y le prometía que iban a "batir un récord". "Sé que no te gusta mucho asomarte por estos lares porque dices que te ves mayor, (siempre presumida) pero hoy hemos negociado que la ocasión merecía la pena. Déjame 'presumir' de abuela", escribió la periodista tras recibir el permiso de su abuela materna.

A ella se refirió como "la matriarca de la familia", la "madre, abuela y bisabuela" que ha estado en los mejores recuerdos de su infancia. "La paloma de la nieve que se posaba en la ventana, el pajar, los cuentos hasta dormirnos a todos los nietos, la vendimia, tu tortilla de patata, tejer juntas, la estufa de palos en la cocina, la 'portá' con su canasta, su tractor y sus gallinas", recordaba Sara sobre los momentos "interminables" que vivió con ella.

 A Máxima la recordará siempre "con un libro en la mano" porque su curiosidad "no tiene límites" y le tocó vivir "una vida no siempre fácil". "A menudo me contabas lo mucho que te gustaría ser la protagonista de esas historias. La que no vestía de negro, la que viajaba y conocía mundo. La soñadora, la idealista", añadía.

Sara quiso dar las gracias "a la vida" por permitirle disfrutar tanto de su abuela y por mantener a su familia siempre unida. "Una vida entera no será suficiente para devolverte todo lo que has hecho por nosotros. Eres paciencia, refugio, raíz, el lugar al que volver para encontrarme. Deberías ser eterna. De momento, vamos a por el récord y a ver si se nos pega algo de tu genética. Te quiero con locura", escribió con motivo de su cumpleaños, carta que ha pasado tener un significado mayor tras conocer la noticia de su muerte.

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