La lección de vida que saca David Bisbal tras la muerte de Àlex Casademunt

Tras la trágica muerte de Àlex Casademunt, que perdía la vida a los 39 años en un accidente de tráfico, todos su compañeros y amigos de ‘Operación Triunfo’ viajaron a Mataró para despedirse de él. Allí estaba su familia, que no se separó del tanatorio desde que conocieron la triste noticia. Las últimas horas han sido muy duras para todos ellos, que el pasado jueves le daban el último adiós al cantante. “Estamos destrozados y también contentos porque España se ha volcado con alguien que tuvo un talento tremendo y que es parte de mí”, dijo ante los medios Joan, su hermano, que no pudo evitar la emoción al reconocer que una parte de él “está muerta”.

David Bustamante, Rosa López, Manu Tenorio y Javian, entre otros artistas, acompañaron en todo momento a la familia y no pudieron evitar romperse al abrazar a Rosa, la madre de Àlex. También estuvo allí David Bisbal, que fue uno de los primeros en hablar ante los medios al conocer la noticia. “Es terrible. Pensamos que la vida es eso, un abrir y cerrar de ojos. Cuando hoy me he despertado y he visto a mis niños, que además estoy con los tres, me he abrazado y me he acordado de Bruna, que es su hija”, reconocía el artista.

Y ahora, tras despedir conjuntamente al que fue su compañero y amigo, los exconcursantes de ‘OT’ han vuelto a sus casas. David Bisbal ha utilizado sus redes sociales para agradecer a sus fans “todo el apoyo” y ha aprovechado para compartir la lección de vida que ha aprendido en estos días: “Vivamos la vida con amor y disfrutando de cada cosa que nos hace felices. Si hay algo que no nos haga sonreír, aprovechemos y aprendamos de ello para crecer y hacernos más fuertes”.

La familia de Àlex Casademunt, devastados por su muerte

El artista deja a Bruna, una niña de tres años que tuvo junto a Laia, su expareja. La madre de su única hija era una de las primeras en llegar, visiblemente emocionada, al tanatorio donde tuvo lugar la despedida. También Judit, la que era su pareja actual, que también compartía con él negocios profesionales.

Sus padres y hermanos, muy emocionados, rompieron a llorar al ver el féretro salir de la capilla. Y sus amigos motores, que pertenecían al mismo club, le rindieron un bonito homenaje con las motos, la que era una de las pasiones de Casademunt.