Así era el entorno cercano de Àlex Casademunt: dos hermanos, una hija de 3 años y su novia y socia Judit

  • Àlex Casademunt fallecía a los 39 años a causa de un accidente de coche en Mataró

  • Algunos de sus compañeros de 'Operación triunfo' se desplazaban hasta Mataró para mostrar sus condolencias a la familia

  • Juan y Rosa, sus padres, y sus dos hermanos llegaban al tananatorio abatidos ante la trágica pérdida

El mundo de la música y la televisión continúa de luto tras la inesperada muerte de Àlex Casademunt, participante de la primera edición de Operación Triunfo. El cantante, de 39 años, fallecía a última hora del pasado martes al sufrir un accidente de coche en Mataró, donde residía en la actualidad. La trágica noticia dejaba consternados a todos aquellos que conocían en la intimidad al cantante y a los miles de admiradores que no dejaron de apoyarle en sus aventuras profesionales desde que saliera de la academia hace casi dos décadas. Algunos de sus compañeros de programa expresaban su conmoción en las redes y se trasladaban juntos a Barcelona para mostrar sus condolencias a la familia, que entraba al tanatorio devastada por su pérdida.

En la mañana del miércoles 3 de marzo, horas después del fatídico accidente, los padres de Álex, Juan y Rosa, y su hermana Cristina llegaban al tanatorio sin pararse a hablar con los periodistas. La madre del cantante se derrumbaba a las puertas del tanatorio y se abrazaba a su hijo mayor, Joan, que agradecía a su llegada el pésame de los medios que estaban cubriendo el último adiós de Àlex: “Se hacía de querer”, aseguraba a una reportera que le hacía saber que su hermano era una persona querida por la prensa.

Joan, de 3 años más, ama y respeta la música tanto como lo hacía su hermano. Desde pequeño quiso ser artista pero fue Álex, “el soñador”, el que conoció el éxito en este ámbito con su entrada al talent show musical. En una entrevista realizada por Ana García Lozano para TVE, ambos confesaban que habían heredado esta pasión de su abuelo, cantante de una reconocida orquesta de Barcelona. “En mi casa, los domingos, hablábamos poco de fútbol. Empezaba mi hermano: ‘oye, ¿te acuerdas de esta?’, y canturreaba. Así pasábamos los domingos”, rememoraban en esta distendida charla.

Nada más salir de la academia, Àlex comenzó su trayectoria como uno de los vocalistas de ‘Fórmula Abierta’, creadores del pegadizo ‘Te quiero más’. A partir de ahí fue encadenando trabajos en la televisión y el teatro, formando parte de musicales tan prestigiosos como ‘Mamma mía’. Sin embargo, hubo una etapa de su carrera en la que quiso enfocarse en su faceta como cantante y lo hizo de la mano de su hermano, al que vendía orgulloso como “una de las mejores voces de este país”, formando el dúo ‘Álex & Joan’.

Un reto que no tuvo el éxito que ellos deseaban, pero que contaba con el apoyo incondicional de sus padres, como en cada una de sus decisiones. “Mis padres están encantados. Apostaría lo que quieras a que los dos están pegados en la televisión. Mi madre ya habrá hecho un análisis de cómo vamos vestido”, bromeaba con cariño el artista.

Álex estaba feliz junto a Judit, su novia, y su hija Bruna

La vida del cantante dio un giro de 180º hace tres años a raíz del nacimiento de Bruna, su única hija, fruto de sus dos años relación con Laia, una joven de Barcelona que aparecía totalmente hundida en el tanatorio. Desde la llegada de la pequeña, Àlex vivía centrado en sus cuidados, compaginándolo con un incipiente regreso a la música y su faceta de empresario: era socio de Judit Pug, su última pareja, en una empresa de calcetines de colores, Son Socks.

Como dijo muchas veces sin dudarlo, el gran amor de su vida era la pequeña Bruna. A ella le dedicaba la gran parte de su tiempo y se convirtió en el gran motor de su existencia: paseos en barco, siestas infinitas y diversión, mucha diversión. Ella era su debilidad, su mejor legado y su vivo retrato: misma sonrisa, nariz y cabello rubio. Su “trozo de vida”, como llamaba a su hija en su última publicación, echará en falta cada día a la persona que tanto cariño y protección le entregó, al igual que el resto de su familia, que ahora la cuidarán como él hubiese querido. Descansa en paz, Àlex.