Pablo Castellano, sobre el impacto de la muerte de su padre: "Soy buena persona, pero mis formas no son las correctas"
La vida familiar de Pablo Castellano: la muerte de su padre, la unión a sus hermanos y su matrimonio con María Pombo
El marido de la influencer tuvo que empezar de cero tras la muerte de su padre porque la que era su mujer en ese momento cerró la empresa
El empresario ha hablado como nunca de cómo se encuentra actualmente y del motivo por el que ha retomado la terapia
Pablo Castellano tenía 23 años cuando tuvo que hacer frente a la muerte de su padre, que perdió la vida a causa de un infarto a los 57 años "recién cumplidos". El empresario ha dicho en más de una ocasión que le supuso un alivio el poder evitar verle enfermo, ya que muerte llegó justo después de que le diagnosticasen un cáncer de colon.
Hace unos meses, en una entrevista para 'La influencia', el programa de Cope, el marido de María Pombo contó que la que en ese momento era la mujer de su padre, cuando murió, decisión cerrar la empresa y dejar así sin nada a los hijos de su marido. Fue entonces cuando él y su hermano mayor, Jacobo Castellano, tuvieron que "empezar de cero" y crearon una empresa bajo el nombre 'Archarray e hijos', manteniendo así el nombre que en su momento eligió su padre para su proyecto profesional.
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Pablo ha explicado muchas veces que todo lo que ahora mismo se ve a través de las redes sociales no ha sido fácil de conseguir y que, tanto él como su hermano, llevan doce años trabajando "desde muy abajo". "Nuestra primera obra fue un baño de tres metros. Ahora suena más porque las redes hacen mucho ruido, pero ha sido una evolución de muy poco a poco", ha dicho en más de una ocasión.
Pablo Castellano se sincera sobre su difícil momento personal
Todo lo anterior es el contexto del delicado momento personal que atraviesa Pablo Castellano. En uno de los capítulo de 'Pombo', la serie documental que ha grabado toda la familia, el marido de María se sincera como nunca con Raúl, el psicólogo con el que vuelve a reunirse tras unos años sin acudir a terapia. El empresario explica que ha decidido volver porque han pasado "demasiadas" cosas en su vida profesional y personal, que es la que más le importa.
"No sé ni yo cómo estoy. Tengo que empezar a hacer una lista en la que poner cuáles son las cosas prioritarias. No me puedo quejar, tengo una vida que ni en mis mejores sueños, pero no es solo lo que se ve. Para llega a lo que se ve hay muchas cosas detrás de mucho estrés, hay cosas que hacen que no compense tanto la fotografía final que parece la leche con todo el proceso", explica el empresario sobre los motivos por los que no está al 100%.
Pablo Castellano ha llegado a tener "dolor de pecho, de cabeza" y ataques fuertes de ansiedad que le han provocado que no duerma bien desde hace un año. Todo eso repercute después en su carácter, ya que explica que, aunque se considera "buena persona", sus formas "no son las correctas" con la gente que le rodea. "Eso viene mucho de mi carácter y viene mucho de mi personalidad, que ya vengo arrastrando desde que pasó lo de mi padre", se ha sincerado.
Pablo cuenta que cuando todo pasó se sentó con sus dos hermanos "para hablar de cómo sobrevivir a lo que venía", pero en ningún momento se han sentado a "asimilar" la pérdida de su padre. De la noche a la mañana, el marido de María Pombo dejó de ser un niño para convertirse en padre de familia. "Soy una persona que siempre he tenido carácter, pero no he sido como soy ahora. Yo, con toda la buena intención, he querido tirar para delante y pensar que puedo solo, e igual no puedo. Llevo sin dormir bien un año y ese es el primer problema que tengo. Necesito ser yo", explica a su terapeuta en la sincera charla que ha compartido en el documental.
El empresario considera que se le han juntado "muchas cosas" y una de ellas es su relación con María Pombo, que aunque tiene claro que es la mujer de su vida, siente que no puede demostrárselo. "Muchas veces con mi actitud no se lo demuestro. Me jode verla sufrir, de verdad que no lo ha pasado nada bien, no he podido estar en momento a la altura de cómo me hubiese gustado estar", termina diciendo en una charla en que se abre como nunca en canal.