Debido a los mensajes que recibe diariamente en sus redes sociales, Dulceida ha publicado un nuevo vídeo en su canal de Youtube con la intención de poner su granito de arena y ayudar a aquellas personas que se han sentido rechazadas por pertenecer al colectivo lgtbi. “Este vídeo es para todo el mundo porque, mis amigos no, pero tengo conocidos que dicen ‘yo respeto’, pero luego ningún apoyo”, explicaba la influencer.

Hay dos motivos que han provocado que Aida se ponga frente a la cámara y, durante más de diez minutos, hable sobre este tema. Una de las cosas es que diariamente recibe mensajes de sus seguidores “con miedos, inseguridades e historia supertristes”. “Yo sé que haciendo esto puedo ayudar”, afirma.

La segunda razón por la que ha querido publicar este vídeo tiene relación con la última campaña que ha producido HYM. La marca de ropa ha utilizado una fotografía de dos chicas besándose para su última colección y eso, en redes sociales, ha generado mucho rechazo. “Mi primer pensamiento fue ‘qué guay’, es normalizar lo que para mí ya es normal. Pero entro en la foto y comienzo a leer unos comentarios que me generaron impotencia, fuego y rabia dentro de mí”, explica.

“¿Qué alguien se quiera es anormal?”, pregunta la influencer. Aida Domenech considera que, tanto ella como su pareja, viven en una “burbuja” y tienen mucha suerte. “Yo, rara vez noto homofobia”, asegura. Pero a pesar de esto, cuando salen de su círculo, sí que se han topado con situaciones que no son agradables.

“Si beso a mi mujer en público sí que tengo que aguantar malas miradas. Una vez se apartaron de nuestro lado”, cuenta. “Ves a una pareja heterosexual en el aeropuerto dándose abrazos y besos y Alba y yo no podemos porque está mal visto, ¿perdona? El amor no puede estar mal visto”, asegura.

“Si estás viendo este vídeo y crees que una relación de dos chicas o dos chicos no es normal, abre tu mente”, pide la influencer. Además, dentro de sus más de dos millones y medio de seguidores hay padres y madres a los que ha querido lanzar un mensaje directo: “Os pediría un favor. Si vuestros hijos os van a hablar de su orientación sexual, escuchadles. Qué mejor que tener a nuestra familia a nuestro lado”.