Iñaki Urdangarin ha obtenido la libertad condicional, lo que significa que se suspende la condena de cinco años y diez meses de cárcel que cumplía por "malversación, prevaricación, fraude a la Administración, dos delitos fiscales y tráfico de influencias en el caso Nóos", tal y como han confirmado Fuentes del Departamento vasco de Justicia a la agencia EFE. Lo cierto es que desde el pasado mes de junio, el ex de la infanta Cristina ya no dormía en la prisión alavesa de Zaballa, algo de lo que se le eximió por "buen comportamiento y cumplimiento de sus obligaciones".
Un año después de conseguir el tercer grado, que es la modalidad en la que se encontraba hasta el momento, Iñaki Urdangarin ha tenido que cumplir con tres condiciones para alcanzar la libertad condicional: que se encontrase clasificado en tercer grado, que hubiese cumplido tres cuartas partes de la pena impuesta y que hayan podido observar en él una buena conducta.
El exmarido de la infanta Cristina ingresó en la privisión provincial de Álava el 1 de marzo de 2021 y comenzó durmiendo de lunes a jueves en régimen abierto. Anteriormente a eso estuvo en el Centro de Inserción Social de Alcalá de Henares, en la cárcel de mujeres de Brieva, en Ávila, y realizó las labores de voluntariado en Pozuelo de Alarcón, en Madrid. La última etapa en la cárcel alavesa, que está ubicada a 14 kilómetros de Vitoria, fue una petición porque era su ciudad y allí viven su madre y algunos de sus hermanos.
Hasta ahora, Urdangarin tenía que cumplir con un control semanal y presentarse en prisión - o llamar por teléfono si se encontraba fuera de la ciudad-. Además tenía que mantener su trabajo en el despacho de abogados de Victoria, lugar en el que trabaja desde marzo de 2021. Es en este puesto de trabajo en el que ha conocido a Ainhoa Armentia, su actual pareja.
A principios de febrero salieron a la luz unas fotografías del entonces marido de la infanta Cristina de la mano con Ainhoa. Días después el matrimonio emitía un comunicado en el que anunciaban, "de mutuo acuerdo", la "interrupción" de su matrimonio. Pilar Eyre apuntó en la revista Lecturas a que esta forma de nombrar su separación se debía a una ayuda de la infanta a Urdangarin para no perjudicar a sus procesos legales para conseguir la libertad condicional, hoy muchos medios aseguran que su situación personal no afecta a la decisión del juez.
En las últimas semanas, Urdangarin y Ainhoa se han dejado ver a la salida del trabajo y realizando juntos algunas actividades como yoga. También han fotografiado a Armentia en la casa familiar del que un día fué yerno del rey emérito.