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Mucho se ha publicado, dicho, rumoreado y debatido desde el pasado 19 de enero. Aquel miércoles, la revista Lecturas sacaba en portada unas fotografías de Iñaki Urdangarin paseando de la mano de una desconocida mujer por el paseo marítimo de Bidart, en Francia.
A primera hora de la tarde se desvelaba la identidad de esta acompañante. Ella era Ainhoa Armentia, una compañera del trabajo del exduque de Palma con quien habría iniciado una relación. Dos días después llegaba el comunicado en el que se informaba de la “interrupción del matrimonio” con la infanta Cristina.
Este inesperado romance y la posterior ruptura de los exduques de Palma han generado múltiples reacciones en la esfera pública. El rey Juan Carlos, instalado en Abu Dhabi, pero muy atento a la actualidad española, fue uno de los miembros de la familia real que más se molestó con estas imágenes, según ha podido saber Pilar Eyre, que ha descubierto las palabras que dedicó al que durante mucho tiempo consideraban como su ‘yerno favorito’ al ver la exclusiva: “¡Pero qué hijo de puta! A este ni un duro. De este tío no me habléis más”.
La infanta Cristina voló hace unos días a los Emiratos Árabes para ver en persona a su padre, con quien se fundió en un abrazo tras la polémica. "No hubo lugar para los reproches ni los ya te lo dije, pero sí preocupación por los nietos, dejar arreglado el tema económico y conocer los movimientos de Iñaki, saber si es cierto, por ejemplo, que va a escribir sus memorias, por las que le han ofrecido medio millón de euros”, le consta a Eyre, que afirma que al emérito no le ha gustado nada que el abogado de Iñaki “haya participado en programas restando importancia a la infidelidad e insinuando que la infanta lo perdonaría”.
En su blog de Lecturas, Pilar ha relatado cómo se enteró la familia real del idilio de Urdangarin. Según la periodista, los hijos del matrimonio sabían que sus padres hacían vidas por separado, pero desconocían de la existencia de una tercera persona. “Debieron enterarse el mismo día que el resto de la familia: el martes 18 de enero, cuando un ejemplar de esta revista llegó a la Zarzuela, un día antes de que estuviera en los quioscos”.
Los primeros que tuvieron esta edición en sus manos fueron los reyes, “que se llevaron una gran sorpresa”, avisando al resto de la familia, incluida Cristina, que habría llamado a Iñaki nada más enterarse. “Esta se lo comunicó a su todavía marido, que desconocía que esas imágenes fueran a ver la luz. […] quizá pensaba que, si la suerte lo había acompañado durante los cinco meses que llevaba de relación con Ainhoa, ¿por qué iba a ser distinto ahora?”, es la conclusión a la que ha llegado Eyre.