José Campos, ex de Carmen Martínez Bordiú, vivió uno de los peores sustos de su vida a finales del pasado mes de marzo. Cuando la situación sanitaria empezaba a complicarse por culpa de la COVID-19, el empresario sufría un ictus que estuvo a punto de acabar con su vida. A pesar de haber recibido el alta hospitalaria, sigue trabajando diariamente para eliminar las secuelas que le dejó esta enfermedad cerebrovascular. Ahora, lejos de cualquier foco mediático y tranquilo junto a su hija y Martina, su actual mujer, reside en Cantabria, donde montó un negocio en el sector de la hostelería que se tambalea por la estrictas medidas que debe acatar. Él mismo ha explicado en una entrevista exclusiva para ‘¡Hola!’ cómo se encuentra casi un año después de lo ocurrido.

“Sigo de baja. Por desgracia, me cuesta hacer muchas cosas. Estoy recuperando la memoria, el vocabulario…”, comentaba a la revista, donde detallaba las secuelas con las que vive después del ictus: “Todas son del cerebro. Me cuesta hablar y las palabras se me traban. También se me olvidan cosas… Espero ir poco a poco, pero podría estar en una silla de ruedas”, mira con cierto optimismo su estado y hace balance de cómo podría haber acabado. Con esa filosofía se ha tomado todo este proceso, incluso llegó a publicar una foto cuando estaba hospitalizado para tranquilizar a todos aquellos que le siguen día a día. “Un ictus. Poco a poco, os quiero”, titulaba en un post con el pulgar en alto.

Los médicos del hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander le salvaron la vida, pero aún “no conocen el motivo” que llevó al ex de la Bordiú al infarto cerebral. “Me cuidaba, ni fumaba ni bebía…”, recuerda José, que todavía no sabe si pudo ser a causa del coronavirus: “Me pilló cuando empezó todo, no me hicieron prueba en marzo y no me la han hecho ahora”, afirmaba en esta entrevista. “He perdido a amigos, a mucha gente. Es muy duro todo”, confesaba dolido. Una complicada etapa en la que ha estado apoyado en Marian, su actual pareja, y su hija Martina, que no le ha soltado la mano en ningún momento. “Me está cuidando mucho”, hablaba con dulzura de la pequeña de seis años.

José Campos no es el único vip que ha intentando visibilizar esta enfermedad. Hace unos meses, Lydia Bosch se convertía en embajadora de la lucha contra el ictus en España. A través de una campaña de concienciación, la actriz nos explicaba cuáles son esos pequeños síntomas que nos pueden ayudar a detectarlo de forma precoz para así lograr que las secuelas sean lo menos dañinas posible. Este conocimiento sobre el protocolo de actuación en casos como este es algo que le habría gustado haber tenido antes, ya que de haber sido así quizá habría ayudado a su abuela cuando le dio un ictus y nadie de su familia tuvo capacidad de reacción. Así lo explica en esta entrevista para Europa Press:

José conoce el sector de la hostelería como la palma de su mano y se desenvuelve en ella con soltura. Él mismo atendía a sus clientes más fieles y empezó a ganarse la vida lejos de los photocalls y portadas que protagonizó en el pasado con su ex. Pero, al igual que todos los empresarios que invierten en este sector, su negocio está en un momento delicado por culpa de la pandemia.

“Gracias a Dios, he vuelto a nacer, pero tengo mi negocio cerrado. Nos dejan trabajar solo en la terraza, y en Santander hace frío”, explicaba en esta misma publicación. “Abrimos hace muy pocos días y hace un año que no hacemos ningún evento, fiesta o cumpleaños. Sigo las normas. Si no se puede, no se puede”, asume con resignación las restricciones actuales.