Los fieles oyentes de Julia Otero sabían a comienzos de este mismo año que algo sucedía con la periodista. Su inesperada ausencia durante más de una semana en el programa de radio que conduce y dirige diariamente empezó a preocupar a sus seguidores, que pronto sabrían el motivo de su marcha temporal de las ondas. A mediados de febrero, en un control rutinario “de esos que tenemos que hacernos todos”, los médicos le diagnosticaron un cáncer. “En un rinconcito aparecieron unos centímetros de células egoístas, como las llama el doctor. Células de esas que no procuran el bien común, sino que se olvidan y van por libre, informaba la presentadora a sus seguidores, a quienes les debía una explicación al llevar “miles de tardes compartiendo la vida” con ellos.
Tras comunicar su retirada temporal de los micrófonos para centrarse en su tratamiento (y mostrando su optimismo frente a esta maldita enfermedad), Otero ha vuelto a conectar con JELO, su espacio, para comentar su evolución con motivo de su 62º cumpleaños. “Estoy muy bien, como una rosa. Después de dos meses de artillería pesada los médicos han decidido darme un alto al fuego”, aseguraba a sus compañeros de programa, dejando claro que “las cosas van muy bien”, que “falta muy poco para mi recuperación” y que esta tregua le había sentado “como un beso”.
En estos escasos 15 minutos de llamada telefónica, donde ha preferido mantenerse al margen de temas de actualidad por recomendación de su equipo médico, Julia ha reflexionado sobre este día en el que daba una nueva vuelta al sol: “No voy a decir que sea el más feliz, ha habido años más tranquilos, pero no recuerdo un seis de mayo en el que hubiera aprendido tanto en lo que llevara de año. En psicología, pisquiatría y en todas las especialidades”, admitía con un tono de voz cargado de fuerza y serenidad.
De la misma forma, entre risas, Julia ha desvelado a sus espectadores que ha pasado de ser “nada cervecera” a empezar a tomarla gracias al consejo de Elisa Bani: “Me chivaron que sienta muy bien durante la quimioterapia. Lo que desde luego no sienta nada bien es el agua. Para alguien que esté en quimioterapia beberse un vaso de agua es como beberse un vaso de hierro”. Por este motivo, su equipo de trabajo, al que ha aplaudido su labor frente al magazine durante su forzada marcha temporal, le ha querido regalar flores y un amplio lote de esta bebida por este aniversario tan anómalo.
Entre las “personas públicas, anónimos, oyentes, amigos y colegas” a los que agradecía públicamente su empujón en esta complicada etapa, se encontraba el nombre de Dani Rovira. El protagonista de ‘Superlópez’ le tendía su mano a través de twitter con un sincero “todo nuestro cariño, Julia”. Días más tarde, Otero le respondía con estas palabras: “Querido Dani: he visto ya ‘Odio’ y no te puedo querer más. Entre negociación y negociación con San Pedro es la mejor terapia”.
Tal ha sido la emoción del humorista al saber que su monólogo estaba ayudando a la locutora a sobrellevar este tratamiento que en apenas unos minutos tuvo su respuesta. “Qué grande eres, Julia. Que San Pedro espere sentado”, manifestaba, confiado que muy pronto ambos podrán reírse juntos de este trance en el que le están apoyando tanto su marido como su hija Candela, a la que ponemos cara en el vídeo situado sobre este párrafo.