María Pombo se ha sincerado con sus seguidores a través de las redes sociales. La influencer se ha visto obligada a dar explicaciones sobre un supuesto mal gesto con una fan, que le acusa de malas formas a la hora de negarle una foto. Una situación que ha querido aclarar en sus stories, poniendo también como ejemplo lo que le ocurrió la pasada Feria de Sevilla. “Todo el mundo me cogía del pelo y del brazo”, comenta.
“Nunca lo suelo hacer cuando pasan estas cosas, pero esta sí que ya me ha parecido de Oscar”, comienza diciendo. La influencer ha decidido plantar cara a sus 'haters', concretamente a una chica que le acusa de sus malas formas a la hora de, supuestamente, negarse a hacerse una foto con ella, algo que ella misma desmiente: “Delante de las cámaras hace como que quiere mucho a sus fans, y unas amigas un día se la encontraron en un sitio y le pidieron una foto y ella empezó a gritar ‘¡qué me dejéis en paz, coño!’”, asegura esta 'hater' cuando le preguntan por qué le “gusta menos” María Pombo en una ronda de preguntas de Instagram.
Ante la situación, Pombo ha decidido contestar al mensaje. La influencer no entiende “quién puede estar tan aburrido para inventarse esto y colgarlos en las redes”. Asegura que tan solo en una ocasión ha negado una foto debido a las circunstancias: “Solo una vez, en un tanatorio”, argumenta. “He podido tener mejor o peor día, pero de ahí a ser borde, jamás, y menos gritando”, deja claro la instagramer, que no tiene problemas en hacerse fotos con todo el mundo, incluso cuando está comiendo o junto a su familia, ha explicado.
Además, María ha querido mandar un mensaje claro a todos aquello que le siguen: “No os creáis todo lo que se dice en las redes sociales”, ratifica. En contraposición a lo ocurrido, la madrileña también ha querido contar “el lado de su historia”, narrando lo que le ocurrió en la pasada Feria de Abril, que, debido a la gran cantidad de personas que querían hacerse una foto con ella, se vio obligada a abandonar: “Es la primera vez que lloraba del agobio”. “Principalmente me fui por no poder atender a todo el mundo como a mí me gustaría”, cuenta la mayor de las Pombo.
“Todo el mundo me cogía del pelo y del brazo. Yo quería hacerme fotos con todos, pero no podía. No daba a basto”, asegura en sus stories. Debido a esta situación, la pequeña de las Pombo se vio obligada a volver a casa al día siguiente: “Iba con amigos y al final nadie podía hacer ningún plan porque yo me quedaba atrás haciéndome fotos”, comenta la joven. Recalca que en ningún momento quiso ir de “diva” por Sevilla y que se marchó porque estaba retrasando a sus amigos y no podía dedicarle el tiempo que le gustaría a quienes se paraban con ella.