Máximo Huerta preocupaba ayer a sus miles de seguidores tras aparecer en el programa de actualidad que presenta a diario en el canal valenciano A punt, ‘Bona Vesprada’, con el brazo izquierdo vendado y apoyado en un cabestrillo. El escritor se mostraba dolorido en algunos momentos de la tarde, pero continuaba al mando del magazine a lo largo de sus cuatro horas de duración. “Somos familia, cada día estamos aquí y habréis visto que llevo la mano así”, se dirigía en un momento a sus espectadores para desvelar cómo había sido el accidente doméstico que le había hecho terminar en estas circunstancias.
"Me caí por las escaleras ayudando a mi madre, porque la cuido por un problema que tiene ella", contaba el exministro de cultura mirando a cámara, confesando que tenía un "dolor constante desde el viernes por la noche” que le habría obligado a acudir el sábado al hospital. “No se ha parado el mundo, se me ha parado el brazo, pero la cabeza y la boca la tengo para ustedes”, tranquilizaba el comunicador a la audiencia, continuando con naturalidad el formato para evitar desarrollar más el tema.
El diagnostico lo descubríamos más tare en su cuenta oficial de Instagram, donde publicaba una imagen en la que aparecía sentado en este mismo plató: “Así estamos, presentando con el ánimo tocado por una rotura de metacarpios de la mano izquierda”, titulaba. Máximo comentaba que ahora tocaba “esperar a ver qué deciden los cirujanos”, agradeciendo en todo momento el trato que había recibido por parte de los médicos en el hospital de Manises y los mensajes de cariño que habría recibido deseándole una pronta recuperación. “Queridos huesos, uníos”, les rogaba a través de otra publicación en la que mostraba la lesión más de cerca.
Sin duda el pasado año no fue un camino de rosas para nadie. Todos conocemos las razones. Pero las ganas de dejar atrás un fatídico año en el que la pandemia paralizó nuestras vidas eran mucho más mayores para algunos, como fue en el caso de Máximo Huerta, que además de afrontar esta crisis sanitaria tuvo que gestionar un duro trance familiar relacionado con la salud de su madre.
En pleno confinamiento, el autor del best seller ‘Con el amor bastaba’, le tocaba cuidar a una de las personas que más quiere en el mundo, si no estamos hablando de la que más. Sus más de 300 mil followers intuían que algo estaba sucediendo al valenciano: esa preocupación que asomaba en ocasiones en algunas de sus apariciones públicas unida a sus continuos viajes desde Altea, su tierra, a Madrid, reflejaban que algo no transcurría bien. Tras un tiempo silenciado y manteniendo el dolor en su interior, Huerta desvelaba en un acto que a su madre le habían diagnosticado un tumor.