Manolo Santana ha fallecido este sábado a los 83 años de edad. El Marbellí llevaba bastante tiempo enfermo y su estado de salud era delicado. La estrella del tenis ha muerto en su ciudad natal, donde tenía su residencia habitual, tras sufrir un paro cardíaco. A pesar de cada vez peor movilidad, el tenis fue para el malagueño su gran pasión hasta el final y Santana estuvo jugando hasta prácticamente último de sus días.
Manolo Santana será recordado por haber sido uno de los grandes del tenis español y del deporte mundial del siglo XX. Fue uno de los mejores en tierra batida de su época y de los pocos en llegar a conseguir en el mismo año ganar cuatro Grand Slam. Entre otros de los muchos premios que obtuvo, destaca el Oro que ganó en los Juegos Olímpicos del 68. A día de hoy, continúa siendo uno de los tenistas con más reconocimientos en su palmarés.
"El Mutua Madrid Open lamenta comunicar que Manuel Santana ha fallecido este sábado en Marbella a los 83 años. La familia del Mutua Madrid Open quiere pedir respeto para la familia de Santana y mandar un abrazo enorme a sus seres queridos", ha anunciado en un comunicado el torneo de tenis madrileño del que el tenista era presidente honorífico.
Su muerte se ha producido apenas seis meses después del fallecimiento de la que fue uno de los grandes amores de su vida, Mila Ximénez. Él era una leyenda viva del tenis y la periodista ya había conseguido abrirse su propio camino en el mundo de la comunicación cuando se conocieron. Entonces, él venía de un largo matrimonio con María Fernanda González-Dopeso, con la que fue padre de Manuel, Beatriz y Borja.
Mila Ximénez de Cisneros y Santana estuvieron juntos tres años antes de pasar por el altar. Se casaron en 1983. En aquel entonces ambos formaban parte de la jet set marbellí. Todo el mundo quería saber de la vida de la pareja del momento, que aparecía en portadas de revista semana sí, semana también. A su enlace acudieron como testigos Adolfo Suárez y la princesa Tessa de Babiera.
Fruto de su matrimonio nació la hija pequeña del tenista, Alba Santana. Entre este matrimonio y el anterior, Manolo Santana tuvo otra hija, Bárbara, que llegó al mundo tras su relación con la azafata Bárbara Oltra.
La relación entre Mila y Santana fue de película durante un tiempo. Sin embargo, tras la tormentosa separación de ambos, Alba quedó al cuidado del tenista y comenzaron a salir a la luz los trapos sucios del matrimonio. Después de su divorcio, Mila acabó condenada al ostracismo y pasó algunos de los peores años de su vida. En este tiempo, la periodista se vio obligada a alejarse de su hija, que creció al lado de Santana y de su tercera mujer, Otti Glanzielus.
En su vida adulta, Alba Santana consiguió recuperar el tiempo perdido con Mila y poco a poco fue alejándose de su padre, con quien actualmente no tenía apenas relación. Tampoco el resto de sus hijos lo hacían. Hace unos años, en concreto con motivo de su 80 cumpleaños, el tenista manifestaba a La Razón en una entrevista su deseo de acercarse a sus hijos y poder reconciliarse con todos ellos. Una realidad que parece no haberse dado. "Me encantaría reencontrarme con mis hijos, pero es un tema muy delicado. Le pido que no hablemos más de ello", decía en aquel entonces.
Claudia Inés Rodríguez fue la cuarta y última mujer de Manolo Santana. Con ella contrajo matrimonio en 2014 y por su fuerte carácter ha sido protagonista de numerosos titulares. La colombiana ha sido acusada de manejar las cuentas y el patrimonio del tenista desde hace años, así como de ser en parte responsable del distanciamiento de este y sus hijos.