Justo se cumple un año desde que Pablo Alborán publicó aquel famoso vídeo en el que decía "estoy aquí para contaros que soy homosexual". Un importante paso al frente que dio en plena desescalada con el objetivo de ser "coherente, consecuente y lo más responsable posible" consigo mismo. Con este acto de visibilidad, el cantante ascendió inmediatamente a la categoría de icono LGTBIQ+. No tanto por su implicación con el colectivo, que también, sino por la transcendencia que tuvo que un artista en su pico máximo de popularidad reivindicase su orientación sexual.
Ahora que se cumple el primer aniversario de ese hito personal, su intención es "que la gente vea que todo sigue exactamente igual que donde lo dejamos". No ve necesario que se siga hablando de su intimidad, ha defendido en una entrevista para El País. Pero sí que hay un aspecto de actualidad que le atañe, aunque sea indirectamente, sobre el que ha querido opinar: el comentado pin parental que Vox quiere implantar en los colegios para que los padres tengan que autorizar si quieren que sus hijos reciban formación con respecto a crecer en diversidad.
Aunque su postura no es firme ("Depende de cómo se mire"), Alborán asegura estar "de acuerdo en que vayan a dar charlas". Sin embargo, le interesa conocer "qué charlas les van a dar", ya no "por la cuestión en sí" de que los niños tengan la opción de educarse en un entorno en el que lo LGTBIQ+ exista y no sea un tabú, sino en "cómo se traslada el mensaje". "Creo que el mensaje tiene que estar cargado de amor, de entendimiento, de cultura y de educación sexual y emocional muy delicada", ha defendido.
A pesar de que Pablo cree que él no es la persona más indicada para divulgar en este sentido ("Qué va qué va, yo a lo mío"), su propia experiencia familiar le ha demostrado que a los niños, poniendo el ejemplo de sus sobrinas, cada vez les cuesta menos entender las orientaciones que van más allá de la heterosexualidad. "A ellas no ha hecho falta explicarles nada. Parece que vienen con la lección aprendida de todo, con una inteligencia emocional, una sensibilidad frente a la diversidad, a los derechos...", ha manifestado con orgullo en esta entrevista a Juan Sanguino.
En ella, además, Alborán ha querido insistir en que no se considera ni icono ni abanderado de nada. "Yo he venido aquí a hacer música, esto es un punto y aparte, seguimos. Es como decirte que soy rubio", ha defendido. "Si luego eso ayuda a la gente, si hay personas a las que les ha servido, pues es emocionante para mí. Pero ya está".