Las muestras de tristeza y pesar por la trágica muerte de Verónica Forqué a los 66 años no han cesado desde que saltó la noticia el pasado lunes. Compañeros de trabajo, amigos y familiares, aún “en shock”, siguen desplazándose al Teatro Español para homenajear con todos los honores a este icono del cine. Desde las 11:00 horas hasta las 16:00, este recinto estará abierto para todo aquel que haya sentido su pérdida. El chef Pepe Rodríguez, la cantante Massiel o las políticas Isabel Díaz-Ayuso y Andrea Levy son solo algunos de los rostros conocidos que ya han honrado a la madrileña en esta capilla ardiente. También lo ha hecho el director de cine Pedro Almodóvar, que, notablemente afectado, ha atendido a los medios.
“Era una mujer que yo veía que tenía su vida espiritual resuelta porque tenía una fe muy sólida en el budismo. Era la última persona que me habría imaginado con un final como el que ha tenido. Como actriz era una de las más grandes. Los ochenta y los noventa no se entienden sin la presencia de Verónica, tanto en las grandes comedias que hizo como en los dramas”, ensalzaba su figura el manchego, que dirigió a la ganadora de cuatro Goyas hasta en tres ocasiones: ‘Kika’, ‘Matador’ y ‘¿Qué he hecho yo para merecer esto?’.
“Era una mujer especialísima porque su modo de actuar, además de la excelencia, era inclasificable. Eso llegaba a todas las edades y a todo tipo de personas. No me extraña que su muerte haya provocado tal manifestación de sorpresa absoluta y de dolor porque hay muchas generaciones para las que Verónica era la gran actriz cómica. La recordarán así”, comprendía Pedro que el país y el mundo de la cultura sigan conmocionados 48 horas después de su fallecimiento.
Almodóvar también ha dado su opinión respecto a la afirmación de Yolanda Ramos. La cómica calificaba ayer su muerte como accidente laboral: “A los actores muchas veces nos mata la herramienta que nos da de comer […] esa herramienta es la sensibilidad”, reflexionaba. El cineasta ha sido mucho más cauto y se ha desmarcado de estas declaraciones al señalar que “hay mucha gente sensible, no solo los actores, pero no es la profesión o el hecho de que sean cómicos”. Sus recuerdos de Forqué eran de una "mujer muy feliz y muy realizada tanto en lo profesional como en lo personal”.
Para el director de cine lo “que ha ocurrido es absolutamente misterioso, y eso tiene que ver con nuestra naturaleza, con el paso del tiempo, con las heridas que te va dejando, con que no estaba con su marido, con que su hermano murió hace pocos años”, marcaba los episodios de su vida que fueron apagándola poco a poco. “Pensaba que tenía armas más que suficientes para luchar con estos problemas, pero la realidad nos dice que no. Lo único que pienso es que si ya había gente a su alrededor que la encontraba que no estaba bien, me cuesta mucho creer que no hayan podido hacer algo para evitarle un final que no es Verónica, no la reconozco en este final, no es la que yo conocí”, lamentaba consternado.