Puede ser que en alguna ocasión hayas notado que sangras entre reglas. Algunas mujeres sufren de ligeras pérdidas, de color marrón o, incluso, de una forma similar al sangrado menstrual, en diferentes momentos de su vida reproductiva. Este sangrado vaginal suele presentarse de forma irregular entre el fin de la menstruación y el inicio de la siguiente y se conoce como ‘sangrado intermenstrual’ o ‘spotting’.

Se trata de un sangrado que proviene del útero y que, a menudo, está originado por los distintos cambios anatómicos benignos o las alteraciones hormonales a lo largo del ciclo menstrual sin que tengan que estar asociados a algún problema.

El endometrio es la capa más interna del útero y la zona donde se implantan los embriones y, en el caso de que no se produzca el embarazo, el tejido se desescama cada mes y hace que se produzca la regla. Así, los cambios hormonales, a lo largo del ciclo y sobre todo en el momento de la ovulación, producen que el endometrio esté más inestable y se produzca el sangrado.

Ante cualquier manchado fuera de la regla, lo mejor será acudir a un especialista para que realice una revisión general. Este sangrado entre reglas no tiene que significar que algo no marcha bien, pero tampoco significa que sea normal que suceda. Algunas causas más frecuentes de este sangrado intermenstrual son la toma de anticonceptivos, los cambios hormonales, pólipos o cambios en el cuello del útero.

Durante la ovulación suele producirse un sangrado escaso, de dos o tres días de duración, y que coincide, aproximadamente, con la mitad del ciclo en mujeres que tienen reglas muy regulares. Además, se debe al pico de secreción de la hormona relacionada con la ovulación (LH). Hay mujeres a las que le ocurre de manera más habitual, incluso durante todos los meses, y otras mujeres jamás lo padecerán.

Puede darse el caso que una mujer que no sepa que está embarazada, lo descubra al acudir al médico por un sangrado anormal. Este se produce debido a la implantación de un óvulo fecundado en el útero. Además, debido a que la implantación puede producirse hasta dos días antes de la fecha en la que el periodo puede venir, será más fácil confundirse. En la mayoría de ocasiones, el sangrado será escaso y cede espontáneamente o al mantener cierto reposo. En otras ocasiones, también puede indicar un aborto o un embarazo extrauterino.

De la misma forma, este sangrado puede darse por la toma de anticonceptivos hormonales. Al empezar a tomar este tipo de métodos es bastante frecuente tener un sangrado escaso entre una regla y otra. Además, suelen ser de corta duración, pero también habrá mujeres que lleguen a manchar de forma continuada. En la mayoría de los casos, suele darse en los primeros meses de tratamiento y desaparecer posteriormente. El sangrado suele ser más frecuente al inicio del uso del DIU, por ejemplo, pero luego suele desaparecer.

También, puede darse por miomas o pólipos endometriales. Ambos pueden localizarse en el interior de la cavidad uterina y provocar un sangrado atípico entre reglas, así como menstruaciones más abundantes. Las lesiones cervicales también pueden manifestarse de esta forma, al igual que el estrés. Es decir, mantener durante todo el día niveles elevados de hormonas de estrés puede hacer que tengamos síntomas físicos como dolores de cabeza, contracturas, problemas intestinales y hasta una caída en el sistema inmunológico.

Así, si vemos que sangramos entre reglas será importante asegurarnos que el sangrado proviene de la vagina y no del recto o de la orina. Además, si el sangrado intermenstrual es más abundante que la regla y presentas sudoración o taquicardias habrá que acudir a un centro médico. En la mayoría de los casos será necesaria una exploración ginecológica, que detectará la fuente del sangrado. De la misma forma, podrán recomendar la realización de una citología o de una ecografía.

También, el ginecólogo podrá recomendar otro tipo de pruebas como los cultivos cervicales o los exámenes de sangre. Así, en todos estos casos será esencial acudir a un centro especializado, donde nos puedan contar qué es lo que está sucediendo y darnos un buen diagnóstico.