Dolor fuerte de regla, un problema habitual: aplicar calor y otros remedios para aliviarlo
Dicen que los dolores de regla son normales, pero los más graves son el síntoma de un problema mayor.
En muchos casos se trata de dismenorrea, una enfermedad que afecta a entre el 25 y el 60% de mujeres. En Divinity.es te contamos qué es y cómo calmarla.
Los dolores de regla son tan habituales y se dan tan por sentado, que la mayoría los hemos asumido como normales. Lo cierto es que no tienen por qué serlo, o al menos no aquellos cuyos síntomas no remiten después de tomar un analgésico o un anticonceptivo oral, especialmente si impiden que desarrolles tu vida con normalidad.
Estos dolores “fuertes” de regla son el síntoma de una patología que se conoce como dismenorrea, y se estima que entre el 25 y el 60% de las mujeres lo padecen. De entre ellas, según informa Ausonia, entre un 1 y un 15% de los casos presentan síntomas con mayor intensidad. Se trata de un trastorno que puede presentarse tan solo como un dolor aislado, pero que en la mayoría de los casos va asociado a náuseas, diarrea y dolor de cabeza, entre otras.
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Existen distintos grados de dismenorrea, pero el 90% de los dolores de regla, aseguran desde Ausonia, son dismenorrea primaria. En Divinity.es te traemos algunos de los remedios más efectivos contra los dolores de regla.
¿Qué es la dismenorrea?
Pero vayamos por partes. La dismenorrea es una disfunción que deteriora el estado de quien lo sufre a menudo, ya que, además de los dolores, viene acompañada de náuseas y vómitos (89%), fatiga (85%), diarrea (60%), dolor de cabeza (45%), dolor en la parte baja de la espalda y mareos, dolor de piernas, ansiedad, irritabilidad e hinchazón. Además, la regla puede ir acompañada de coágulos de sangre o moldes endometriales. Esta patología se divide en dismenorrea primaria y secundaria.
La dismenorrea primaria se relaciona con contracciones uterinas anormales y con la actividad de unas sustancias químicas conocidas como prostaglandinas, que desempeñan un papel fundamental en varios procesos de nuestro organismo. Es frecuente entre las adolescentes y mujeres en edad reproductiva: entre un cuarto y la mitad de ellas, se estima, la sufrirá en algún momento de su vida, aunque se cree que las fumadoras, las que tienen sobrepeso y las que tuvieron la primera regla antes de los 11 años pueden ser más propensas a sufrirla.
La primera suele empezar entre las 24 y 48 primeras horas desde el inicio de la menstruación, y tiende a desaparecer al final del primer día. Es más habitual en mujeres entre los 17 y los 25 años, y tiende a reducir sus síntomas con los antiinflamatorios, los anticonceptivos orales, el ejercicio regular (un paseo cada dos días, aseguran desde Ausonia, basta), y la reducción del consumo de tabaco, alcohol y cafeína. Este trastorno tiende a permanecer toda la vida, aunque sus síntomas desaparecen gradualmente con la edad.
Los remedios naturales
En algunos casos, las pacientes evitan los tratamientos farmacológicos para reducir los dolores de regla. Para ellas, existen otros métodos más o menos efectivos que pueden ayudar:
- Infusiones antiinflamatorias, como la melisa o la manzanilla.
- Cambios en la dieta. Una dieta rica en Omega 3 y vitamina B12 está asociada a reglas menos dolorosas; podemos beneficiarnos de ellas en el pescado azul, algunas semillas, frutos secos o la soja, por ejemplo.
- Aplicar calor. Una bolsita de agua caliente o una manta eléctrica pueden ayudar momentáneamente.
- Un masaje. Un masaje en la zona dolorida, en el sentido de las agujas del reloj, puede ayudar a aliviar los dolores menstruales.
- Mantener relaciones sexuales. Durante el proceso, se liberan hormonas como la oxitocina o las endorfinas, que tienen un efecto analgésico.
Los casos más graves
Los dolores severos que no ceden al tratamiento de los antiinflamatorios o los anticonceptivos orales no son normales, mucho menos si impiden que realices tu vida con normalidad, y necesitan de un diagnóstico ginecológico para acabar con ellos. Es entonces cuando podremos hablar de dismenorrea secundaria, un dolor “más continuado y pesado” que aparece una semana antes de la menstruación, pudiendo o no desaparecer durante el sangrado. Es más habitual entre las mujeres mayores de 30 años que han tenido hijos, y está causada por otros trastornos clínicos. El más habitual es la endometriosis, una enfermedad que afecta a entre el 10 y el 15% de las españolas y que puede paralizar su vida.
En esta enfermedad, un tejido similar al del endometrio se implanta fuera del útero, habitualmente en otros órganos genitales dentro de la pelvis o en la cavidad abdominal, provocando mucho dolor. Pero hay otras causas de dismenorrea secundaria, como la enfermedad inflamatoria pélvica, miomas uterinos, un embarazo anormal o algún tipo de infección, quiste o pólipo.
En cualquier caso, los dolores nunca son una buena señal, y la dismenorrea solo se podrá diagnosticar después de descartar otros trastornos menstruales o alternaciones que los causan. La visita al ginecólogo permitirá acceder a un tratamiento específico para tu caso.