Varias ciudades españolas como Madrid o Barcelona vivían el pasado 9 de mayo una madrugada llena de aglomeraciones y botellones en sus principales calles y plazas tras decaer el estado de alarma. Miles de personas se lanzaban a las calles de la capital para festejar el final del toque de queda y plazas como Chueca o Malasaña eran fotografiadas con miles de jóvenes consumiendo alcohol en grupos de más de seis personas y sin guardar la distancia mínima interpersonal. Una relajación de las restricciones y una falta de responsabilidad individual que provocó el enfado de la mayoría de la población, que mostraba su indignación en las redes sociales ante las imágenes que estaba dejando la noche. Entre algunos de nuestros celebrities, Sara Sálamo, que no entendía qué es lo que estaba celebrando la gente.
“Celebrar el fin de unas medidas que intentaban protegernos a todos frente a una enfermedad mortífera. Para mí es el equivalente a celebrar que quiten las normas de seguridad vial a grito de: ‘¡Libertad! Que quiten la recomendación del cinturón y los semáforos… LIBERTAD”, comparaba lo que se estaba viviendo con este ejemplo. “Tú lo llamarás ‘fatiga pandémica’, yo lo llamo ‘sois unos sinvergüenzas de manual”, estallaba en otro tweet. “Mi abuela sigue sin conocer a mi hijo de cuatro meses, por precaución. Aún no tiene ni la segunda dosis. Pero, oye, el derecho a emborracharte y reventar mobiliario público que no te lo quiten”, criticaba ferozmente esta actitud frente a la pandemia.
Tan solo un día antes, la actriz ya había denunciado a través del mismo medio que el caos podría llegar sin este régimen excepcional. “Estoy frita porque llegue el fin de la pandemia, pero no el fin del estado de alarma (sin que estemos vacunados al 100%) Si algunos ya hacían y deshacían con restricciones, inventándose citas del médico o estéticas para viajar o falsificando salvoconductos, veremos ahora…”, auguraba lo peor.
Y es que Sálamo no puede reprimir su enfado cuando la gente se salta a la torera las medidas o no le da importancia a esta enfermedad, que ya ha registrado 80 mil muertos en nuestro país según cuentas oficiales. Por ejemplo, el pasado 16 de agosto, la plaza de Colón de Madrid congregaba a varios centenares de personas que protestaban contra el uso de las mascarillas y las restricciones impuestas por el Gobierno para evitar el avance del virus. “Como la ‘pandemia es una farsa’, según dice los asistentes en la manifestación, propongo que hagan un listado con sus nombres y DNI’s. Y en el caso de que se contagien (que no ocurrirá según ellos) no se les atienda en ningún hospital”, lanzaba esta dura propuesta contra los negacionistas.
Poco tiempo después, en octubre del mismo año, la intérprete de ‘Brigada Costa del Sol’ criticaba en su cuenta de Instagram que su marido no pudo acudir al hospital junto a ella para ver la ecografía de su segundo hijo, pero las normas le permitían ir a un bar y rodearse de gente si quisiese. “Quiero hacer esta reivindicación porque así me he sentido durante gran parte de mi embarazo”, compartía la reflexión de otra embarazada que hablaba sobre esta injusticia. “Totalmente de acuerdo. Mi pareja no ha podido ver a su propio bebé en muchas ecografías, pero en algunas discotecas se escupían Jäggermeister unos a otros”, se quejaba de esta insólita situación.