Tamara Falcó cumple 40 años y lo anoche lo celebró por todo lo alto. La marquesa de Griñón ha estrenado década con una fiesta que ha congregado a algunos de los rostros más importantes del panorama nacional y en la que no ha faltado detalle. Convertida en una princesa de cuento, la hija de Isabel Preysler ha deslumbrado con un espectacular vestido firmado por Jan Taminiau, el diseñador favorito de la reina Máxima de Holanda.
Arropada por su madre, su hermana Ana Boyer y su cuñado Fernando Verdasco, sus hermanos por parte de padre, Manolo, Xandra y Aldara Falcó, su novio Íñigo Onieva y más de un centenar de amigos, la anfitriona llegaba al Palacio de Santoña con una pieza que será difícil de olvidar. Con el cuerpo plateado, pronunciado escote en uve, manga corta con hombros marcados y una impresionante falda blanco roto con flores de tul y perlas bordadas, el vestido de Taminiau era sencillamente espectacular. Sus joyas eran de Tous.
Todo decorado para la ocasión. Globos rosas y dorados, luces de ambiente, música y mucha diversión. Los 150 invitados que acudieron al fiestón de Tamara Falcó por su 40 cumpleaños pudieron degustar además de un exquisito menú seleccionado por la propia marquesa de Griñón, quien ha demostrado tener un gran interés y talento en la cocina y quien continúa formándose para convertirse en una excelente chef.
Terciopelo de calabaza (con tartar de carabinero, azafrán de la Mancha y blonda de encaje crujiente), Codorniz Royal Glaseada (toffe de ajo de las Pedroñeras con tierra manchega y pamentier trufado en mesa y el postre Love Tamara, creado por ella misma.
Después de cenar, el hermanastro de Íñigo Onieva se encargó de amenizar la velada en otro de los impresionantes salones del Palacio madrileño. Luis Guadamillas (Dj Guada) supo hacer que la noche no decayese y consiguió que bailase hasta Isabel Preysler.
A las 00:00 llegó el momento esperado. Tamara abandonó la treintena y abrazó los 40 de la mejor de las maneras. Con una enorme tarta y de la mano de su hermana Ana Boyer, la hija del difunto Carlos Falcó sopló las velas y pidió un deseo.
A la 1 de la madrugada la fiesta continuó. Todos se desplazaron hasta Commodore, donde continuaron bailando y disfrutando de los recién estrenados 40 de Tamara Falcó. Allí, la cumpleañera volvió a triunfar con su apuesta de estilo tras cambiarse el Taminiau por un Oscar de la Renta de vivos colores y flores bordadas.