Tamara Falcó es uno de los personajes mediáticos más populares de nuestro país, pero más allá de la curiosidad que pueda suscitar su vida privada, su estilo también es uno de los puntos clave que se asocian a su perfil. En los últimos años, su paso por diferentes programas de televisión y su relación de idas y venidas con Íñigo Onieva han sido muy comentados, pero no hay que olvidar que Falcó también es empresaria y ha sabido aunar su faceta en la televisión con sus otros proyectos publicitarios con todo tipo de marcas de belleza, tecnología o moda (ha sido embajadora, entre otras, de Sisley y LG Signature).
No hay duda de que ser hija de Isabel Preysler ha influido, y es que la socialité, además de haberse criado en un entorno privilegiado, ha estado siempre rodeada de lujos que terminan por reflejarse en su vestidor. En cada una de sus apariciones públicas o en sus post de Instagram sus looks son analizados con lupa, desapareciendo de las tiendas en un visto y no visto todo lo que luce. Precisamente en este ámbito de la moda cabe destacar que desde que era joven sabía que sería uno de sus medios para ganarse la vida, motivo por el que fue a Milán a estudiar en el prestigioso Instituto Marangoni (un emblema dentro de la industria), y posteriormente un máster de Fashion Merchandising en el ISEM Fashion Business School .
En 2018 fundó su propia firma TFP by Tamara Falcó, en colaboración con el Grupo Cortefiel, y fue a través de ahí donde pudo materializar su estilo soñador a través de colecciones románticas enfocadas especialmente en looks para eventos. Influidas también por su amistad por el diseñador Juan Avellaneda, quien, según cuenta, le ayudó tanto a aprender nuevas nociones de diseño como a sentirse mejor consigo misma.
Más allá de sus creaciones, a Tamara le apasiona vestir bien y descubrir nuevas marcas con las que hacer que su vestidor se vea lo más sofisticado posible. Definir su estilo resulta algo complicado ya que un día puede ir en vaqueros y zapatillas, y al siguiente, enfundarse en un elegante vestido, pero si hubiese que categorizarlo de alguna manera, podría decirse que predominan los aires vintage con toques de niña buena.
Falcó apuesta por el sello español con firmas como Jorge Vázquez, Teresa Helbig o su gran amigo Juan Avellaneda, que combina con otras marcas internacionales como Valentino, Carolina Herrera, Oscar de la Renta o Chanel. Pero eso no es todo, también confía en las firmas de autor que ofrecen diseños muy personalizados, como Rouje, de la modelo Jeanne Damas, o la catalana PJ by Paula Junyent, por citar algunas. Tampoco faltan los básicos de Inditex y firmas deportivas más asequibles con los que equilibra esta balanza.
En cuanto a prendas, suelte ser habitual verla por un lado con vestidos y faldas midi; y por otro, con jeans ‘mom fit’ que conjunta con blusas oversize o de aires románticos. Pero también resulta habitual verla con tops con estampados ‘arty’, jerséis de punto o camisetas de algodón, por lo que podría decirse que su armario cada vez presenta más versatilidad, pues hace algunos años la mayoría de sus looks estaban impregnados de un aire preppy que podía rozar incluso la cursilería.
En cuanto al calzado, además de los 'stilettos', últimamente suele lucir botas de montar a caballo y deportivas, entre las que destacan las Nike Air Force 1 Shadow o unas Converse. Los accesorios también resultan básicos en su vestidor, donde los pendientes XXL y gargantillas se tornan cruciales. También es partidaria de las gorras y grandes gafas de sol, perfectas cuando quiere pasar desapercibida o dar con un look más relajado.
Igual que sucede con su madre, el secreto de su eterna juventud es una auténtica incógnita. En más de una ocasión ha declarado que le gusta cuidarse por dentro y por fuera y que se ha realizado algún retoque. Si se observan fotos suyas con detenimiento, los cambios en su rostro son más que evidentes. Su nariz luce más pequeña que hace unos años, al contrario que sus pómulos, mucho más voluminosos. Los labios también se ven más definidos e hidratados y en su frente apenas se notan las arrugas.
Uno de los temas más controvertidos fue su aumento de peso en 2016, fruto de un diagnóstico erróneo cuando sufrió hipotiroidismo que hizo que aumentase un par de tallas y que fuese duramente criticada por la prensa. Hoy en día, Tamara lleva una vida saludable, con una alimentación muy cuidada con “algún que otro capricho de vez en cuando” que hacen que su figura se vea sana.