Esto es lo que debes cenar por la noche (y lo que no) si quieres levantarte más ligera

Estamos en un momento en el que llevar un estilo de vida saludable está a la orden del día. Dormir ocho horas diarias, alternar diferentes entrenamientos para trabajar todos los grupos saludables, reducir al mínimo la ingesta de alcohol y tabaco, y cómo no, cuidar lo que se come. Todo un reto que resulta más fácil de lo que pueda parecer ‘a priori’ y cuyo éxito reside, además de en la disciplina y la constancia, en el conocimiento de los grupos de alimentos que se ingieren.

A aquel refrán que indicaba que lo más conveniente era desayunar como un rey, comer como un señor y cenar como un mendigo, no le faltaba razón; y es que la última ingesta del día es clave para que nos levantemos más ligeros y con energía. Sin embargo, eso no significa que apenas haya que comer ni pasar hambre.

Antes de ir a la cama, para un buen descanso y evitar la pesadez, conviene haber cenado al menos tres horas antes, de hecho, lo más adecuado es el horario europeo, puesto que al ser temprano deja tiempo suficiente al organismo para que metabolice los alimentos y así dormir con el estómago prácticamente vacío. Así lo explica Elena Gurucharri, nutricionista y dietista en Apeteat

“Si queremos levantarnos más ligeros, los horarios también tienen mucho que ver, si se quiere perder peso es aconsejable no ingerir demasiados hidratos a partir de las 7 de la tarde para que nuestro organismo tenga tiempo de quemarlos. Sería más saludable para todos adoptar los horarios europeos de comida, tienen mucho más sentido que los nuestros", cuenta.

Lo que sí

En lo que concierne al tipo de alimentos explica que cenar liviano no tiene que convertirse en sinónimo de una dieta pobre en nutrientes, al igual que tampoco significa que los platos que preparemos sean complejos. “Yo aconsejo recurrir a proteínas de forma sencilla, como por ejemplo una tortilla francesa, un wrap de atún, o una ensalada con pollo. Son platos saciantes con los que no tendremos hambre por la noche, además de muy sanos”.

Tampoco hay que perder de vista ciertos alimentos cuyas propiedades contribuyen a reducir el volumen como el hinojo o las acelgas y espinacas. "Una de las principales propiedades del hinojo es que es un alimento hipocalórico que lo convierten en el perfecto aliado para las dietas de pérdida de peso. Se pueden cocinar de muchas formas: en ensalada, asados, rehogados…", explica. Un punto a favor para todas las que quieren reducir las calorías. "Además son muy efectivos para las digestiones y son ricos en fibra, por lo que están indicados especialmente para aquellos que padecen de estreñimiento", añade.

Los antojos ‘saludables’

A los amantes del dulce, ahora que las temperaturas aumentan, recomienda ingerir frutas ricas en agua como la pera, la sandía, el melón o la piña ya que son opciones muy fresquitas, repletas de fibra (que mejora el tránsito intestinal) y antioxidantes, además de perfectas para hidratarnos. "Las tres son algunas de las más diuréticas que podemos encontrar por su alto contenido en agua y potasio. También tiene un ligero efecto laxante por su contenido en fibra", haz de ellas tus principales alternativas y notarás sus efectos en tu silueta.

La nutricionista también recomienda el té rojo, entre cuyos beneficios, destaca la acción quemagrasas, antioxidante y purificante. “Una taza por la noche, después de cenar a la larga ayudará a la pérdida de peso y tu piel se verá más luminosa. A diferencia de otros tés, contiene muy poca cafeína, por lo que se puede tomar sin tener problemas de insomnio”.

Señala además que los que deseen recurrir a un snack saludable, encontrarán en los frutos secos una alternativa de gran aporte vitamínico. "Aunque tienen muchos beneficios hay que tener en cuenta que tienen bastantes calorías, así que lo mejor es que tomes un puñado entre horas para hacer frente a los antojos. Apuesta por las opciones más naturales como las almendras o nueces y evita los que vienen fritos, pues están llenos de aceites y sales. Y hablando de fritos, por la noche hay que huir de ellos, solo contribuirán a un peor descanso, acidez estomacal y grandes cantidades de calorías vacías", aclara.

Y lo que no

Tampoco hay que olvidar reducir la sal en los platos puesto que solo contribuirá a que haya una mayor retención de líquidos. Si incorporas a tu dieta alimentos diuréticos ricos en agua como la piña, la zarzaparrilla o la alcachofa, además de deshacerte del exceso de líquidos, mejorarás la visibilidad de la piel. El Doctor Mato Ansorena explica que la sal consumida en exceso "propensa la retención de líquidos y una tensión arterial alta. Es fundamental eliminar en la medida de lo posible los productos que ensucien el organismo como las grasas, harinas y azúcares".

Otros trucos útiles

Por último, otro consejo muy adecuado para comer en su justa medida sin pasar hambre consiste en aplicar el mindfulness. Esta disciplina consiste, según explican los expertos, en concentrarse en cada momento en aquello que se realiza pensando solo en el presente.

Muchas veces no prestamos atención a lo que estamos comiendo y desconectamos. ¿El resultado? Ingerimos de más sin enterarnos de las sensaciones corporales y mentales que la comida genera. La nutricionista Maria Kindelán, especializada en genética, explica que si aplicamos el 'mindfulness' a la hora de comer nos resultará más fácil adelgazar: "Si prestamos la atención que se merece a los alimentos mientras comemos, además de llenarnos antes, notaremos todas las notas y sabores de nuestro plato viviendo una experiencia culinaria mucho más placentera y saludable, además podremos reducir los niveles de estrés y notar poco a poco cambios en nuestra figura", cuenta.