Tamara Gorro comenzaba el día con una lista de cosas a completar en su agenda. Entre el gimnasio, reuniones de trabajo y apariciones televisivas, la influencer tuvo que hacer un hueco para acudir al médico a "fijar la fecha de la operación". Esa información ya llamó la atención de sus seguidores, que no sabían que la colaboradora de televisión tenía en mente una nueva intervención. Y tras salir del médico, la exmujer de Ezequiel Garay contó los detalles de la operación a la que se va a someter próximamente.
La empresaria se va a hacer una operación de nariz y acudía a la clínica en la tarde de este miércoles para "hacer la revisión y ver los detalles". Siente que está "en las mejores manos" para solucionar lo que está siendo un problema para ella. Está "nerviosa pero contenta" y sabe que una vez se opere va a poner fin a "un problema que cada vez va a peor". Según ha contado a sus seguidores a través de sus redes sociales, Tamara Gorro tiene el tabique desviado y no puede respirar bien, motivo por el que ha decidido pasar por quirófano.
La influencer es una de las famosas que no tiene "ninguna vergüenza" a la hora de hablar de sus retoques estéticos. En uno de los podcast que hizo en su propio canal hace unos años, Tamara Gorro aseguró que no tenía "ningún miedo" por las críticas que pudiese recibir al hablar de su físico. Cansada de que se comentase lo mucho que ha cambiado desde que apareció por primera vez en televisión, la influencer y empresaria destapó, uno a uno, sus retoques estéticos. "Obviamente no parezco la misma, mi primera aparición en televisión fue con 20 años y tengo 34", dijo en aquel momento.
Tamara comenzó haciéndose un piling químico, un tratamiento que “lo que hace es levantarte la piel hasta cambiártela por completo". "Me las pincho en la cara, es como cuando te tomas una pastilla, que no te hace el mismo efecto que cuando vas al hospital y te lo ponen por vía venosa", contó sobre lo que le permitió ganar luz y vitalidad en su rostro. El resto de cuidados faciales los completó con el láser, al que recurrió para “prevenir el acné y quitar manchas”, así como la presencia de toxina en las cejas, un leve plus con el que logró levantarlas. “A mí nunca me ha gustado mi mirada, de hecho cuando me quité las pestañas postizas me veía ojitos de aceituna. ¿Veis que las tengo más ampliadas?”, enseñó en aquel momento.
A estos retoques estéticos hay que sumar el ácido hialurónico que lleva en los labios. "Mi labio baja en el lado izquierdo, porque tengo una parte más caída, y opté por rellenarlo, porque es lo que necesito, y no hace falta más porque queda bonito y natural”, confesó también. En cuanto a operaciones solo se había realizado hasta ahora el aumento de pecho, pero la influencer volverá a pasar próximamente por quirófano para someterse a su cirugía de nariz.