En un mundo que todavía, en gran medida se rige por los clásicos estándares de belleza, aún existen serios problemas de autoconfianza cuya causa principal podría ser el llamado body shaming. Para las que no sepan qué significa este término, no es otra cosa que avergonzar a otros por su apariencia física. En otras palabras, el acto de criticar o ridiculizar el cuerpo de alguien, ya sea por su tamaño, forma, color, o cualquier otra característica física. Puede manifestarse de diversas formas, desde comentarios directos y burlas hasta imágenes idealizadas en los medios de comunicación que perpetúan estándares inalcanzables de belleza.
Un fenómeno que ha alcanzado niveles alarmantes en gran parte debido a las redes sociales, donde los ‘haters’ no se cortan a la hora de publicar sus comentarios despectivos. A eso hay que sumarle la presión implacable de los medios de comunicación, que en muchas ocasiones es incluso peor.
Por otro lado, la manipulación digital de imágenes en la publicidad y en las revistas ha contribuido a la perpetuación de estándares de belleza poco realistas. La creación de cuerpos ‘perfectos’ mediante el uso del Photoshop desmedido, sin duda ha tenido un impacto negativo en la autoestima de quienes los ven, al crear expectativas poco realistas (y que se ha acrecentado con las redes sociales y el uso de filtros indiscriminados).
Por estos motivos el body shaming puede tener consecuencias devastadoras para la autoestima y la salud mental de las personas, llevándolas a sufrir episodios de ansiedad, depresión o trastornos alimenticios.
En el mundo de la moda y la belleza, lamentablemente, los casos de body shaming no son raros. Por ejemplo, allá por el 2012, la supermodelo estadounidense Kate Upton fue objeto de críticas por sus curvas en varias ocasiones. Aquel año, un blogger de moda la llamó ‘gorda’ y criticó su peso, desencadenando un debate sobre los estándares de belleza en la industria.
Aunque este caso fue muy comentado, hace relativamente pocos años han surgido múltiples polémicas con Billie Eillish, quien afirmaba sentirse avergonzada de su cuerpo -en especial de su pecho de gran tamaño- debido a los comentarios que leía en la prensa. También destaca Selena Gomez, que ha publicado en varias ocasiones videos hablando sobre el amor propio, pues su cuerpo ha sido duramente criticado debido a sus oscilaciones de peso. Otra celebrity que también lo ha sufrido ha sido Camila Cabello por algo similar, y así una interminable lista.
En primer lugar, hacer frente al body shaming es un ejercicio en el que hace falta un esfuerzo colectivo y cambio cultural. Celebrar la diversidad, así como reconocer y apreciar la belleza en todas sus formas, tamaños y colores. De igual modo, hay que comenzar a educar a las nuevas generaciones sobre esto, fomentando la empatía y el respeto hacia todos, así como invitarlas a que aprendan a rechazar los estándares de belleza poco realistas y valoraren la salud y el bienestar por encima de la apariencia física.
Por otro, a nivel individual, es importante practicar la autoaceptación y cultivar una relación positiva con nuestro propio cuerpo, siendo quizás esta la parte más difícil y desafiante.