El mundo de la belleza y el de la moda comparten muchos puntos en común, entre ellos una evolución que se rige por las tendencias y en donde nada es lo que parece. Un día puede llevarse una corriente de estilo, y al siguiente, la opuesta. Eso es precisamente lo que está sucediendo con el maquillaje y sus acabados. Si en los últimos años las pieles jugosas y con efecto glow eran las claras protagonistas, ahora parece que las corrientes más noventeras vuelven a abrirse paso reivindicando que el cutis se vea mate. Una opción que promete convertirse en la favorita de 2024 y que, entre otras cosas, es la mejor aliada para los looks de larga duración. Te enseñamos a lograrlo en solo unos pasos.
Lo primero que debes saber es que resulta de vital importancia la preparación del rostro, que será ‘tu lienzo’. Comienza limpiando e hidratando tu rostro con productos específicos para tu tipo de piel. Luego, aplica un corrector en las zonas que lo necesites. A continuación, una base de acabado mate para igualar el tono y así unificar el cutis para la realización del resto del maquillaje. Aplícala con una esponja o una brocha para obtener un acabado uniforme y natural y no te excedas con la cantidad, así evitaremos el efecto acartonado.
Para los ojos, elige tonos mate que complementen la paleta de colores con los que jugarás. Los marrones, grises y tonos tierra son opciones seguras. Aplica la sombra en el párpado móvil y difumina suavemente hacia afuera para lograr un efecto ahumado perfecto. Otro punto a tener en cuenta es el delineado del ojo para marcar la mirada. En lugar de utilizar eyeliners líquidos, haz el trazo con sombras cuyo color sea más intenso que el del párpado móvil. Además, dotará de elegancia instantánea.
En los labios seguiremos con la misma tónica. Labiales mate y de larga duración. Para estilismos sofisticados los rojos son un acierto seguro mientras que en los de día predominan los marrones y nudes. Perfílalos antes con un lápiz y si quieres que el color dure más, coloréalos por completo antes. Eso sí, antes de aplicar el labial, exfolia suavemente tus labios para asegurar un acabado suave y sin grietas.
En este caso, intenta evitar los acabados irisados y en su lugar utiliza polvos de sol mate para esculpir los pómulos, aplicándolo en las áreas donde el sol golpearía naturalmente tu rostro. Remata el look con un poco de colorete en las mejillas.
Para mantener a raya cualquier brillo no deseado, utiliza polvos translúcidos para sellar el resultado. Aplica una capa ligera con una brocha grande, centrándote en la zona T. Por último, completa tu rutina con un spray fijador para asegurarte de que todo permanezca en su lugar y si puedes incluye en tu bolso un pequeño bote de agua termal que servirá para refrescar el look a lo largo del día.
-Iluminación estratégica: añade un toque de iluminador mate en áreas específicas como el arco de Cupido y el hueso de la ceja para resaltar y dar dimensión sin agregar brillo.
-Uso moderado de texturas líquidas: limítalo para evitar brillos innecesarios y opta por fórmulas en polvo siempre que sea posible.
-Máscara de pestañas intensa: complementa perfectamente el maquillaje mate. No te olvides de aplicar varias capas para lograr pestañas voluminosas y definidas. En este caso, “más es más”.
-Sutil o intenso, tú eliges: la versatilidad es una ventaja del maquillaje mate. Puedes mantenerlo sutil y natural para el día o intensificarlo para la noche con colores más oscuros y delineados más marcados.