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Para cualquier mujer, mantener el pelo limpio es una de las cuestiones de belleza más importantes, pues lavarlo cada día no es lo más recomendable si se quiere tener tanto el cuero cabelludo como la melena sana. Más allá del uso del champú seco, el uso de la bruma matificante se ha convertido en uno de los secretos mejor guardados en los últimos tiempos para lograr que luzca fresco y limpio durante más tiempo. Sin embargo, sus propiedades todavía no son tan conocidas como con el resto de remedios, y para ponerle solución, las explicamos a continuación.
Tal y como su nombre indica, se trata de un spray ligero diseñado para absorber el exceso de grasa y eliminar el brillo del cuero cabelludo cuando no se encuentra ‘en su mejor momento’. A diferencia de los polvos tradicionales, se aplica de manera uniforme, creando un acabado mate sin apelmazar el cabello. En otras palabras, es una manera efectiva de espaciar los lavados sin comprometer la frescura y la apariencia limpia de la melena (de ahí que no pueda faltar en el neceser de las mujeres que viven de un lado para otro y deseen ahorrar tiempo sin que su peinado se resienta).
En cuanto a sus puntos fuertes, destaca su rápida absorción, ya que actúa de inmediato para absorber el exceso de grasa, proporcionando un alivio rápido cuando sientes que el pelo tiene algo de suciedad. Además, a diferencia de algunos productos capilares que pueden dejar residuos pesados, la bruma tiene una textura muy ligera que no sobrecarga el cabello, manteniéndolo suave y manejable.
Otro punto a tener en cuenta es la forma en la que ayuda a que el peinado se mantenga perfecto al reducir el exceso de residuos capilares y eliminar los brillos no deseados. De hecho, muchos peluqueros la utilizan para darle más cuerpo cuando buscan realizar algún tipo de recogido más elaborado de lo normal. En cuanto a si resulta efectiva para todos los tipos de pelo, la respuesta es sí. Aunque lo tengas liso, ondulado o rizado, la bruma matificante resulta muy versátil y adecuada para todos los tipos de cabello; así que puedes disfrutar de sus beneficios independientemente de tu textura capilar.
Su aplicación es rápida y sencilla. Simplemente rocía el producto uniformemente sobre el cabello y el cuero cabelludo, y luego peina como de costumbre.
Antes de aplicar, asegúrate de agitar bien la botella para mezclar los ingredientes y garantizar una aplicación uniforme. Realízala a una distancia de aproximadamente 20 o 30 centímetros para que no se apelmace y si es necesario, divide el pelo en secciones para garantizar que alcance todas las áreas, especialmente aquellas más propensas a tener grasa.
Por último, tras su aplicación, peina la melena o masajea suavemente el cuero cabelludo para distribuir el producto y lograr un acabado impecable.
Si buscas una solución completa, puedes combinarla con champú en seco para potenciar aún más su efecto, pero en este caso deberás esperar a que el pelo se encuentre totalmente seco después de rociar la bruma. De igual modo, si has usado otros productos, como laca o serum, espera unos minutos para evitar que se acumule.
Tampoco conviene exagerar con la cantidad. Comienza con un poco (del tamaño de una nuez) y ajusta según sea necesario. Usar demasiado producto puede afectar la textura y la apariencia natural del cabello.
Las raíces, una zona clave. Incide tanto en las raíces como en las áreas donde sueles experimentar más grasa y reaplica cuando sea necesario, sin miedo, ya que es un producto diseñado para su uso repetido según las necesidades.