Por mucho que las tendencias evolucionen en el terreno de la moda y la belleza, hay clásicos que nunca fallan: las sombras de ojos ahumadas, eyeliner para unos ojos felinos, ondas al agua… En el caso de los labios, cuando se busca un look de impacto, la gama de los rojos y burdeos no falla, siendo este último uno de los tonos estrella de la temporada otoño-invierno.
Una elección clásica y atemporal que puede añadir un toque de sofisticación y elegancia a cualquier look, incluso a los más sencillos, y que este año no puede estar más de moda. Las que tengan dudas sobre cómo lucirlo y sacarle el máximo partido, encontrarán a continuación las claves para no pasar desapercibida.
A la hora de elegir, los hay con diferentes matices en función del tono de piel que se tenga. Los tonos burdeos cálidos pueden iluminar los labios de pieles más claras, mientras que los tonos más profundos aportan un toque de dramatismo a las más oscuras. Además, en el caso de los tonos de piel cálidos como los dorados o los aceitunados se resalta la tez gracias al contraste que hace con la barra siempre y cuando posea algún matiz marrón o anaranjado, además de añadir profundidad al maquillaje.
Con las pieles frías, los tonos más azulados (como los borgoña o con un ligero resalte en morado) son los que mejor encajan, aunque conviene acompañarlos de un buen toque de colorete para que no palidezca demasiado.
Para que tus labios sean el centro de atención, lo mejor es abogar por un maquillaje natural en el resto de la cara, con una base ligera y tonos neutros en ojos y mejillas para equilibrar el look. Si decides usar la variedad más intensa, en el caso de que quieras marcar los ojos, lo mejor es optar por sombras neutras o ahumadas en tonos tierra, para resaltarlos sin competir con el labial.
Antes de aplicar el labial, Maite Tuset, Senior Artist de MAC en España y Portugal, recomienda, primero preparar los labios, exfoliándolos e hidratándolos (independientemente de si el color sea mate o tenga brillo). "Cuando pongo la hidratante en el rostro, aplico también un bálsamo en los labios y antes de empezar a maquillar retiro el exceso para que no se vaya el color, pero de este modo me aseguro de que estén hidratados y con un acabado más pulido", cuenta.
Comparte además dos sencillos trucos para que el resultado quede intacto. “Si quieres que el color esté impoluto durante todo el día sin tener que estar pendiente de retocarlo a todas horas rellena los labios con el perfilador antes de pintarlos, como si los coloreásemos con un lápiz”, un viejo truco que no falla. “Para las que tengan los labios finos y desean que se vean más gruesos, también resulta muy útil bordearlos por fuera de un modo muy sutil y rellenar este contorno al perfilarlos por completo”, añade y termina con otro consejo práctico. "Aplica el labial en capas finas para lograr una cobertura uniforme y mucho más duradera, notarás la diferencia".
En resumen, si lo que buscas es un tono todoterreno, el labial burdeos es extremadamente versátil y puede adaptarse a todo tipo de ocasiones en función del matiz que se elija: un tono más claro y suave es perfecto para el día, mientras que los más oscuros son perfectos para transformar los de noche.