Los aceites naturales pueden convertirse en productos estrella para nuestra rutina de belleza. Los de rosa mosqueta, caléndula, ricina o argán son algunos de los más populares, pero no son los únicos. El aceite de romero tiene numerosas propiedades beneficiosas para la piel, además de poseer un inconfundible e intenso aroma. Te contamos qué le hace tan especial y cómo puede tratar diferentes problemas cutáneos que se manifiestan en la cara.
Este aceite se elabora con las hojas de la planta de romero y es un excelente tratamiento facial gracias a sus propiedades, entre las que destacan las siguientes:
Sin duda son beneficios muy interesantes que nos animan a incluir el aceite de romero en nuestra rutina de cuidado facial. Y puedes hacerlo de las formas que te contamos a continuación.
Puedes utilizarlo a diario como un sérum que apliques antes de tu crema hidratante. Si lo empleas por la noche, sus propiedades podrán actuar en tu piel mientras disfrutas de un sueño reparador.
Las cremas de tratamiento para el acné que contienen aceite de romero ayudan a reducir la inflamación y a combatir las bacterias que causan los granos. Puedes aplicar en ellos aceite de romero directamente para tratarlos de manera eficaz.
Acabar con las ojeras y las bolsas de los ojos puede convertirse en todo un reto. El aceite de romero estimula la circulación sanguínea y tonifica la piel, ayudando a drenar la retención de líquidos en la zona. Así, disminuye la hinchazón y mejora el aspecto del contorno de los ojos.
Puedes aplicarlo en el rostro y dejarlo actuar media hora antes de retirar el exceso de producto. En ese tiempo limpiará los poros y mejorará la textura de la piel. Realiza este gesto dos veces por semana para prolongar los resultados.
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