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Belleza
Alisado brasileño: qué es, cómo se hace, cuánto dura y cuánto cuesta
Uno de los métodos más efectivos para huir del encrespamiento y lucir una melena envidiable
Te contamos todo lo que debes saber antes de llevarlo a cabo
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Lucir una melena suave y sedosa es uno de los objetivos capilares de la mayoría de las mujeres. Para ello, aunque la plancha y el secador se convierten en los mejores aliados, no siempre son los más acertados ya que pueden contribuir a debilitar el pelo. Pero más allá de las herramientas ‘al uso’, los tratamientos específicos para ello son la mejor alternativa a medio y largo plazo, donde si tuviésemos que elegir uno, sería el alisado brasileño. También conocido como tratamiento de queratina, es una de las técnicas más populares en la industria de la belleza, que sin embargo muchas todavía no tienen muy claro de qué se trata.
En qué consiste y cómo se hace
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El alisado brasileño se basa en el uso de la queratina, una proteína natural del cabello, para suavizar y alisar la fibra capilar. A diferencia de otros métodos, no altera la estructura del pelo de manera permanente, sino que lo recubre con una capa de queratina, proporcionando un efecto liso y sedoso. De ahí que sea ideal para reducir el frizz, mejorar la manejabilidad y añadir brillo a la melena.
Su duración oscila entre 2 y 4 meses, dependiendo de la textura natural del cabello, la frecuencia con la que se lave y los productos utilizados para el cuidado posterior (para prolongar su duración, es recomendable usar champús y acondicionadores sin sulfatos). En cuanto a su precio, depende de la longitud del pelo y los productos utilizados, pero suele rondar entre los 100 y 200 euros de media.
Pasos para hacer un alisado brasileño
En primer lugar, se lava el cabello con un champú clarificante para eliminar cualquier residuo de productos y abrir las cutículas, permitiendo que la queratina penetre mejor. A continuación se aplica el producto de queratina en el cabello húmedo, sección por sección, asegurándonos de que cada hebra esté cubierta uniformemente.
Una vez aplicado, se seca el pelo con secador mechón a mechón para después, plancharlo poco a poco para sellar la queratina y asegurar que penetre en la cutícula. En algunos casos, se enjuaga y se aplica un acondicionador especial (sin aclarar con champú). De hecho, lo ideal sería que no nos lavásemos el pelo en las 48-72 horas posteriores para que hiciese su máximo efecto.
Lo que debes saber antes de hacértelo
Como cualquier tratamiento, tiene sus ‘pros’ y ‘contras’ que te detallamos a continuación.
Los puntos a favor…
- Una de las principales ventajas es la significativa reducción del encrespamiento, dejando el cabello más suave y manejable.
- El tratamiento aporta un brillo y suavidad notable, mejorando la apariencia general del cabello. Además, así es mucho más fácil de peinar y mantener, ahorrando tiempo en la rutina diaria.
- Al no ser un tratamiento permanente, permite al cabello regresar gradualmente a su estado natural, dando la opción de repetirlo o dejar que desaparezca.
Y en contra…
Algunos productos de alisado brasileño pueden contener formaldehído u otros químicos que pueden ser irritantes o resultar potencialmente dañinos si no se usan correctamente. Por otro lado, requiere de un mantenimiento cuidadoso y el uso de productos específicos para prolongar sus efectos.
Eso sí, si decides hacerlo, asegúrate de acudir a un profesional para no llevarte ninguna sorpresa y obtener los mejores resultados.
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