El mullet no es un corte de pelo fácil. Aunque lleva unas temporadas en auge, el mullet estuvo muy de moda en los años ochenta cuando alcanzó su máximo apogeo gracias a figuras icónicas como David Bowie o Billy Ray Cyrus, el padre de Miley Cyrus, que fue una de las encargadas de recuperarlo para el siglo XXI.
Este corte de pelo se caracteriza por los contrastes ya que la parte posterior queda significativamente más larga que el flequillo y los laterales, que en ocasiones incluso se rasuran, por eso se acuñó el lema "business in the front, party in the back" (negocios en el frente, fiesta atrás), que alude a su particular estética: corto en la parte delantera y largo en la parte posterior.
Este corte de pelo favorece especialmente a quienes tienen el rostro ovalado o alargado, porque ayuda a equilibrar las proporciones de la cara, además, puede contribuir a potenciar las facciones, por eso es perfecto para quienes tienen los pómulos marcados o un mentón anguloso.
En cuanto al tipo de cabello, el mullet resulta especialmente favorecedor en cabellos gruesos o texturizados, pero también en cabellos lisos, en los que se pueden realizar diferentes versiones, de las más sutiles, a las más dramáticas, y todas son tendencia este invierno.
Este es el mullet más tradicional, un corte en el que el frente y los laterales se cortan de manera alineada, mientras que la parte posterior es larga, sin capas ni volumen, generalmente sobrepasando los hombros. El resultado es una silueta recta y geométrica, lo que resalta su forma asimétrica. Ideal para quienes buscan un estilo con un toque retro y audaz.
Este tipo de mullet en menos arquitectónico y tiene un estilo más fluido y relajado. Aunque sigue manteniendo la forma clásica del corte, corto en el frente y en los lados y largo en la parte trasera, esta no es tan rígida y puede tener capas suaves que se mezclan de manera natural con el largo.
Es la versión más corta del mullet, en la que el tamaño está muy cercano al pixie, y en la que el contraste de proporciones entre los laterales, el frontal y la parte posterior del cabello se suaviza. Se suele texturizar con técnicas como el despuntado o mediante el uso de productos de styling para darle un aire más dinámico.
En el extremo contrario está esta versión del mullet, en el que la parte posterior se extiende más allá de los hombros y se lleva en capas largas que aportan movimiento. Este corte puede llevarse con un flequillo más o menos corto, recto, desfilado o de lado, y las capas pueden ser más sutiles o definidas.
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