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Usar el bronceador como colorete: 'blonzing', la tendencia de belleza para las más perezosas

Estamos acostumbradas a que cada pocos días a través de las redes sociales nazca una nueva tendencia de colorete, una genuina forma de aplicar el producto que consigue un efecto determinado, desde la técnica que eleva el pómulo, a la que te hacer el rostros más redondeado. Pero lo que no es tan habitual es que se proponga que sea otro producto el que actúe como colorete. Por otro lado, en esta nueva tendencia viral, también confluye la tónica que se ha observado en los últimos tiempos en el mundo del maquillaje de crear productos que tengan doble uso, de manera que se simplifica el proceso de maquillarnos y se reduce el tiempo que invertimos en ello.

Todo esto llega en un momento en el que el colorete ha alcanzado cotas máximas de popularidad. Si en otra época las mujeres no salían de casa sin un buen delineado de ojos, ahora este producto que añade jugosidad a la piel es el auténtico imprescindible. Y es que hay un tipo de colorete para cada necesidad y para cada gusto. Los hay en crema fácil de difuminar, las clásicas fórmulas en polvo e, incluso, híbridos que mezclan la crema con el acabado final en polvo.

Productos: Glow Play Cushiony Blush, tono Pinch of Marrakesh, de MAC y colorete Blush Affair, tono 050, de Catrice.

En este ecosistema para innovar, había que rizar el rizo y esto es lo que hacen una nueva generación de productos que invitan a fusionar dos pasos del maquillaje en uno. Si tradicionalmente la aplicación del bronceador, ese producto que se ponía para dar 'vida' a la tez y el colorete, que añadía un toque de color, se hacía por separado, ahora llega el 'blonzer', un producto que propone aunar los dos pasos para que todo sea más sencillo. Y es que teniendo en cuenta que los dos productos se aplican sobre la misma zona del rostro, esto es posible.

Este producto suele comercializarse en tonos marrones con acabados teja, rosa o anaranjados, los dos tonos que utilizan los productos por separado. Simplemente tenemos que aplicarlo sobre la zona del pómulo, donde se encuentra el hueso y difuminarlo hacia arriba, tal y como haríamos con un bronceador. Con esta técnica, además de las ventajas comentadas, sumamos una más y es que aplicando un solo producto, se evita que al poner el colorete encima del bronceador, por incompatibilidades de fórmulas o texturas -normalmente esto pasa cuando usamos productos de diferentes marcas-, salgan parches en la piel y se quede esta al descubierto.

También es cierto que con este producto, es más fácil conseguir que el maquillaje quede más integrado, se puede decir que es un sustituto moderno de la clásica técnica de aplicar los restos de colorete que han quedado en la brocha sobre el bronceador como toque final del beauty look para conseguir ese efecto 'besada por el sol' que ahora que se aproxima la primavera es tan apetecible.

A la hora de elegir el producto más adecuado para cada piel es importante saber que no a todas nos quedan bien todos los colores. Para las pieles más frías, es preferible escoger marrones con un toque de rosa, mientras que para las más bronceadas, los tonos chocolate con acabados anaranjados destacarán su belleza natural.

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